Un charlatán con alma de poeta que acumula más de una década y media al servicio de la narración. A partir de esa idea toma impulso el proyecto cultural que hoy, a partir de las 21:00 horas, mostrará el actor Juan Carlos Tacoronte en el XVII Festival de Narración Oral "Verano de Cuento" de El Sauzal. "No sé qué decir" es el título de un espectáculo que compartirá cartel con la propuesta que llevará a cabo Miguel Ángel Batista. "Todo arranca con un poema escénico que da paso a algo que yo he titulado Un mundo raro, un cuento chiquito", revela el creador sureño.

La compañía, la conversación y el embeleso que se originaba en un patio de su Buzanada (Arona) natal cuando hablaba su abuela es la semilla que acabó despertando el narrador que lleva dentro. "Él está antes que el actor; lo está por la necesidad que tenemos los seres humanos de contar cosas", resume al tiempo que expone la facilidad con la que nace un cuento. "En ese patio todo se movía a partir de los sucesos que aparecían después de la frase: siéntate, que te voy a hacer un cuento", rescata de una tradición que mañana resonará en la plaza del Príncipe. "La palabra es un artilugio que tiene el poder de embelesar", sostiene.

Tacoronte mira a nuestros antepasados de las cuevas para explicar una necesidad vital de contar historias que circulan alrededor de nuestras vidas. "Aquello que le pasó a fulanito o el recuerdo de una fecha son el principio de cualquier fabulación con el compromiso de esa narración se convierta en un elemento de reflexión para las personas que reciben la información".

"Algunas palabras se han quedado vacías; han perdido todo su contenido porque han caído en las bocas equivocadas", censura un narrador que no sabe con exactitud la fórmula a partir de la cual da vida a sus textos. "Desconozco los gramos de ficción, de verdad o el compromiso que existe en cada uno de ellos. Todo eso está", añade, "pero eso es algo que nace de una manera natural. Todas esas ocurrencias están en una Play Station, en un móvil o en cualquier otro aparato tecnológico. Lo importante, siempre, es que haya una historia que contar a los demás. Cómo o dónde se desarrolle esta es lo que menos debe preocupar a la hora de favorecer esa transmisión", reivindica al tiempo que revive "la vitalidad que se percibe en el patio en el que una narración cobra vida al igual que un árbol", compara Juan Carlos Tacoronte.

Fabricar un mundo a través de relatos es, sin duda, uno de los valores fundamentales que hay que buscar en la tradición oral. "Las palabras ayudan a soñar, a desarrollar un pensamiento propio y, sobre todo, a crecer como personas. Si no tenemos un control sobre ellas estamos dando la posibilidad a otros para que sean otros los que tomen las decisiones".

Una travesía por los lugares donde crecen las historias que se han acoplado a nuestras vidas como las flores que iluminan a las plantas con la llegada de la primera. Eso es lo que este cuentero siente cada vez que se enfrenta a una audiencia como la que mañana asistirá la antepenúltima cita de un "Verano de cuento": Irene Pérez y Elena Castillo, el 21 de agosto, y "El gran viernes", a celebrar el día 28, cerrarán un ciclo que se inició el 22 de julio. Lo poético, lo social o lo político se convierte en una puerta de acceso a un mundo que Juan Carlos Tacoronte moldea a su antojo con la complicidad de un público que sabe valorar dónde nace una buena narración. El Sauzal, en este caso, es una parada obligatoria en el calendario cuando hay que tirar de un buen cuento.

Juan Carlos Tacoronte

Actor / Narrador