La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias dio ayer por controlado el incendio que ha afectado desde el pasado día 3 de agosto a zonas montañosas de los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Fuencaliente y Villa de Mazo.

El Ejecutivo canario seguirá colaborando en las tareas de vigilancia, para refrescar la zona y apagar posibles rebrotes, con dos cuadrillas con un total de 22 operarios y agentes que se ponen bajo la dirección del Cabildo de La Palma, que aporta a las mismas tareas otras 30 personas.

La declaración de controlado significa "que se ha logrado aislar y detener el avance y propagación del fuego", según un comunicado de Seguridad y Emergencias, que sigue hablando erróneamente de 4.864 hectáreas "quemadas", cuando lo exacto es calificarlas de "afectadas" porque dentro de este perímetro una gran cantidad de espacio no se llega a quemar y, por tanto, se recupera con mayor celeridad.

Tras el control de las llamas, Podemos, a través del consejero Dailos González, ha manifestado que el día que se originó el incendio las condiciones climatológicas en la zona de Jedey, donde comenzó, "no eran tan extremas como las que se dieron en los días siguientes" y, de hecho, "se avisó tempranamente de la existencia de un conato de incendio".

A su juicio, "un fallo en los protocolos de emergencia" propició "que no se actuara a tiempo", de modo que cuando llegaron los efectivos para atajar el incendio "ya era demasiado tarde y el fuego había adquirido unas dimensiones considerables haciendo imposible contener su avance, por la escarpada orografía de la cara oeste de La Palma", sostiene.

Podemos hace hincapié en que también fallaron los protocolos en un asunto tan sensible como la muerte del agente de Medio Ambiente, "teniendo que enterarse la familia antes por los medios de comunicación que por las vías oficiales".