Muy buenas isleños todos, unidos en el trabajo: Trataba el anterior de la envidia, soberbia y egoísmo, lo que me viene muy bien para pleitear. Y empiezo.

No quiero corregir, en absoluto, a los próceres, entendidos e insignes historiadores que, tiempo ha, narraron tan singular pelea. Como digo yo, la encendida y apasionada riña entre canarios. Los nacidos aquí y los que más tarde llegaron de la Península, a los que unos les dicen godos y otros les llamamos sencillamente peninsulares.

Por lo tanto, nada de corrección, pero sí decir que la denominación Pleito Insular no es, valga la redundancia, exactamente exacta. Esa definición conduce a error porque en es-tos peñascos tenemos que hilar muy fino para saber diferenciar lo provincial, insular, mu-nicipal, vecinal y hasta el pleito entre barrios.

Por eso, el Pleito/Pleito (con mayúsculas), ese que sale en los periódicos y que crea polémica entre los políticos y entre los periodistas, y entre los unos y los otros, y que "llega de lleno a la gente de la calle". Eso es un pleito autonómico, uséase, el Pleito Regional..., el de toda la vida. Por si les mola, decirles que escribí largo y tendido del pleito en EL DÍA en dos entregas a doble página los días 17 y 24 de noviembre de 2013. Gracias. Pero lo que me trae hoy aquí, ¡tres años después!, es ver que ahí siguen el egoísmo, la soberbia y la envidia. Por lo que dos cosas:

1) Mi reflexión de siempre: "El truco para la solución del Pleito Regional está en no repartir por igual, sino organizar el reparto". Tan sencillo como eso. Porque no es lo mismo hacer un kilómetro de carretera en la abrupta Gomera que en la llana Fuerteventura. Ni cuestan lo mismo -en tiempo y dinero- cien metros de muelle en el suave Puerto de La Luz y de Las Palmas que en el abismo profundo del de Santa Cruz de Tenerife y del Toscal, por ejemplo.

Y 2) Aparte de los pleitos provinciales e insulares entre alcaldes, presidentes de cabildos, concejales y consejeros -cosa muy natural-, observo últimamente una efervescencia al más alto nivel. Una pelea más rancia y de rango con declaraciones de políticos "activos y retirados" en referencia a carreteras, turismo, Ley del Suelo, etc., sin olvidar la permanente marejada entra las dos Autoridad Portuaria. Calenturas que inciden directamente en el gobierno de Canarias y en su presidente, el joven Fernando Clavijo. Y eso, ¡eso es exactamente un pleito regional! No le den más vueltas.

Por último, oigo que el también joven presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, dice que no va a tragar en muchas cosas. Y eso, a mí, que no pertenezco a ningún partido político me parece estupendo.

*F. P. C. (Fiel pleitista chicharrero)