Las señales que apuntan a una paulatina recuperación del sector de la construcción en el Archipiélago empiezan a acumularse. El Instituto Canario de Estadística (Istac) ha publicado los datos de licencias concedidas por los ayuntamientos en 2015, que han experimentado su primer incremento en cuatro años y que confirman las sensaciones y las expectativas de los propios empresarios.

Las 1.444 licencias otorgadas por las corporaciones locales el pasado año -227 más que en 2014- se suman al alza de las licitaciones públicas, la reactivación del negocio inmobiliario, la mejora del empleo y la reapertura del crédito bancario como indicios que corroboran que la construcción comienza a moverse tras años de parálisis y destrucción de empresas y puestos de trabajo en el sector.

No obstante, los datos de permisos municipales se encuentran todavía muy lejos de los que se registraban en los momentos previos a la crisis, cuando las cifras rondaban, e incluso superaban -como en el año 2006-, las 5.000.

El número de licencias creció en 2015 tanto para edificaciones de nueva planta como para obras de rehabilitación. En el primer caso, pasaron de 367 a 478, mientras que los permisos para trabajos de reforma se elevaron desde 526 a 623. El sector emerge del túnel de la crisis con una clara inversión de la tendencia que predominaba antes de que estallaran las dificultades económicas y financieras: si entonces la obra nueva era el principal motivo de solicitudes de autorización a los ayuntamientos -3.316 frente a 598 de rehabilitación en 2007-, ahora son las reparaciones las que dominan. De hecho, el año pasado se concedieron más licencias por rehabilitación que en los prolegómenos de la gran recesión.

El aumento de la cifra de permisos se produjo en 2015 en todas las islas salvo en La Gomera, donde cayó de 31 a 26. La subida casi generalizada del pasado año sucede a la práctica estabilización que había tenido lugar en 2014, cuando se pasó de 919 a 917 licencias. Entonces ya se contabilizaron incrementos significativos en algunos territorios -Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote-, que ahora se consolidan y a los que se unen otras islas, en especial Fuerteventura y La Palma.

El presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, está convencido de que las perspectivas del sector son "halagüeñas", aunque, al mismo tiempo, advierte de que los datos del primer semestre de 2016 permiten apreciar solo un crecimiento moderado, "un poco por debajo de las expectativas" que los empresarios se habían formado al cerrar el año pasado. La causa de esta desaceleración en la recuperación -momentánea, a su juicio- reside, para el máximo dirigente de Fepeco, en la "paralización política", consecuencia de los problemas para formar gobierno.

Fepeco: el sector está "muy vivo"

Las cifras de licencias otorgadas por los ayuntamientos en 2015 son solo una de las razones que insuflan optimismo en el ánimo de los empresarios de la construcción y sus representantes. El presidente de la patronal de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco) asegura que el sector está "muy vivo" y embarcado en una recuperación "cierta". "Las expectativas para el segundo semestre de este año son muy buenas", expone Óscar Izquierdo. El incremento de la actividad inmobiliaria, sobre todo en la vivienda de segunda mano, al calor de la mayor financiación -"los bancos han vuelto y quieren entrar otra vez en el mercado", dice-, apuntala estas previsiones. También lo hace, añade Izquierdo, el restablecimiento de la licitación de infraestructuras públicas, caso de los proyectos contemplados en el Plan de Cooperación Municipal de Tenerife, que están comenzando a publicarse estos días en los boletines oficiales.

Mejora de inmuebles, pero también de espacios

Los constructores perciben una "importante" actividad en la rehabilitación turística, tanto de establecimientos alojativos -hoteles y apartamentos- como de espacios públicos, uno de los objetivos de los planes de modernización y mejora impulsados por el Gobierno regional. Las comunidades de propietarios y los ciudadanos se han incorporado a esta tarea. Las primeras promueven el acondicionamiento de zonas comunes y la ejecución de medidas de accesibilidad y de eficiencia energética, en tanto que los vecinos optan por mejorar baños y cocinas, obras de impermeabilización y pintura de fachadas, detalla el presidente de Fepeco.