Marcus Cooper Walz ganó ayer el oro en el K1 1.000 metros en las pruebas de piragüismo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, con un tiempo de 3:31.447.

El español superó a todos los favoritos y le dejó la plata al checo Josef Dostal (3:32.145), subcampeón mundial el año pasado y campeón mundial en 2014, y el bronce al ruso Roman Anoshkin (3:33.363).

Cooper, un palista de padre británico y madre alemana residente en Mallorca, se situó en la punta ya en los primeros metros de competición y pasó en segundo lugar en la meta parcial de 250 metros, pero cayó al quinto en las dos siguientes marcas. Sin embargo, como hizo en la semifinal, consiguió recuperarse en el último cuarto de la prueba, remontó con un tremendo poderío y conquistó el oro.

En cuarto lugar entró el australiano Murray Stewart, con un tiempo de 3:33.741, y en quinto el portugués Fernando Pimenta, que fue tercero en el Mundial de este año y tercero en el europeo de 2014, con 3:35.349.

Los dos grandes favoritos para esta prueba, el danés René Holten, campeón mundial el año pasado, subcampeón europeo en 2014 y actual líder de la Copa del Mundo, y el alemán Max Hoff, que fue plata en Londres 2012 y campeón mundial en 2013 y 2014, se quedaron relegados desde el inicio de la carrera y llegaron en la sexta y la séptima posición, con tiempos de 3:36.840 y 3:37.581.

El octavo fue el eslovaco Peter Gelle, con 3:40.691.

"Ha sido la carrera de mi vida. Estoy alucinado", comentó Cooper tras acabar la carrera y antes de recibir su medalla. Ya con el oro al cuello, dijo que no descartaba subir al podio, pero recordó que consiguió su billete a Río "por los pelos" en el preolímpico y que en la semifinal quedó "muy tocado" y "casi" no logra meterse en la final.

El mallorquín confesó que sus objetivos de lograr medallas en los Juegos Olímpicos se los planteaba "a largo plazo" y tenía en mente que podría alcanzarlos en Tokio 2020, a la espera que se incluya en el programa olímpico las regatas de 500 metros, que son su especialidad. "Sabía que podía hacer algo grande, mi objetivo siempre fue un oro olímpico, pero a partir de Tokio. Es una pasada conseguirlo tan joven", afirmó.

Sobre la regata en la que ganó el oro, declaró que hizo una buena carrera en "el mil entero".

Apuntó que realizó una buena salida y a mitad de la prueba, la parte que peor se le da, vio que estaba lado a lado con los primeros. Cuando faltaban 400 metros, se dijo a sí mismo "ahora o nunca" y comenzó a atacar para acabar pasando la meta en primer lugar. Durante toda la carrera no miró al lado y aseguró que solo se dio cuenta de que llegó en primer lugar después de cruzar la meta.

El palista nacido en Oxford, que se mudó a Mallorca siendo un niño, recalcó que "siempre" se ha sentido español y es "de corazón español", aunque solo adquirió la nacionalidad el año pasado.

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Diploma para Portela

La neozelandesa Lisa Carrington, invicta desde que ganó el oro en Londres 2012, revalidó ayer su título olímpico en K1 200m (kayak con un palista en 200 metros) de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en una prueba en que Teresa Portela llegó sexta. La española, tercera en el mundial del año pasado y que en Río de Janeiro disputó sus quintos Juegos Olímpicos consecutivos, tuvo que conformarse con el sexto lugar, con 41.053, luego de que un error en la salida la privara de medalla de bronce hace cuatro años en Londres.

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