El ritmo de urbanización en la primera línea de costa en Canarias ha sido el más intenso del país en el periodo transcurrido entre 1987 y 2011. Así se desprende de un informe publicado este año por el Observatorio de la Sostenibilidad y basado en datos del Instituto Geográfico Nacional, que revelan, sin embargo, que este "acelerón" de la ocupación de los primeros 500 metros del litoral está compensado por una proporción de costa construida inferior a la media del país.

La edificación en la zona más próxima al mar ha crecido un 42,6% en esos 24 años, frente al 32,9% del conjunto del país. El Observatorio -una entidad formada por profesionales en materias ambientales, económicas y sociales que trabajan para empresas y universidades- constata que en el periodo analizado se ha producido una "deriva poblacional" hacia el litoral. "Vivir en la costa atrae", concluyen los autores del estudio. La velocidad a la que se han ocupado estos sectores en Canarias indican que la región -con más dificultades para asentarse en las zonas más interiores y altas- no han estado ajenas a este fenómeno, aunque el resultado final no coloca a las Islas entre los territorios litorales más congestionados.

Así, y pese al poderoso incremento experimentado -de 219 a 312 kilómetros urbanizados en ese casi cuarto de siglo-, el 19,72% de los primeros 500 metros de costa "artificializados" en el Archipiélago lo sitúa como la última entre las tres grandes regiones marítimas del país (las otras dos son el Mediterráneo y Atlántico Andaluz y el Cantábrico y Atlántico Gallego). Si se presta atención a las provincias, los valores de Las Palmas (21,7%) y Santa Cruz de Tenerife (17,4%) se encuentran muy lejanos de 80% de Málaga o el 66% de Valencia.

El Atlántico Canario tiene construido el 12,3% del litoral comprendido entre el mar y los primeros kilómetros hacia el interior, también por debajo de las otras dos regiones analizadas y de la media nacional (19,6%). En este caso, el aumento ha sido del 42,7%, prácticamente en línea con el conjunto de España.

La ocupación artificial de los primeros diez kilómetros de costa creció en Canarias a un ritmo del 48,3% entre los años 1987 y 2011, hasta alcanzar el 7%. Tanto el incremento como la superficie total artificializada son inferiores a la tendencia nacional.

En muchos casos, advierten el informe, la presión residencial y turística sobre una franja costera que concentra casi toda la superficie urbana de las Islas "sobrepasa sin duda la capacidad de carga de los ecosistemas". Esta dificultad para asumir la intensidad de la demanda genera "saturación e insostenibilidad".

El Observatorio de la Sostenibilidad, promotor del informe "Cambios de ocupación del suelo en la costa", señala a un culpable del fuerte incremento de la urbanización en la costa del Archipiélago: la "elevada" presión inmobiliaria, "agravada -a su juicio- por una fiscalidad propia muy ventajosa para empresas y autónomos, cuyo reglamento ya ha sido modificado".

Esta situación supone una "amenaza" para zonas de alto valor ecológico, caso de las dunas de Corralejo o de Maspalomas. También el puerto de Granadilla tendrá, alertan los autores del estudio, "una importante repercusión" sobre el sur de Tenerife.