"Mi madre hubiese querido que siempre tuviera para comer". Así resume Daniel Crespo, un vecino de Santa Cruz, la dramática situación económica que atraviesa. La desesperación es tal que ha pedido al Ayuntamiento de la capital y a la empresa que gestiona el cementerio de Santa Lastenia, Cetensa, que le devuelvan el dinero que pagó por un nicho, hace casi dos años. En ese momento, su situación era otra.

Por circunstancias que resume en la enfermedad de su madre y en determinados padecimientos que él mismo sufre, Daniel perdió todo el dinero que tenía. Es más, mendiga de vez en cuando, y es usuario del albergue desde el pasado mes de marzo. "A veces no tengo ni para coger el tranvía", asegura. En sus desplazamientos va acompañado de una mochila y una pequeña maleta en las que guarda sus documentos y algo de ropa.

Hijo de unos palmeros que viajaron a Cuba como emigrantes, Daniel tiene dos años de Matemáticas y "conocimientos de Biología". Los adquirió en Zaragoza, en los años 80, cuando aún la vida le sonreía.

Con previsión, en noviembre de 2014 adquirió dos unidades de enterramiento en Santa Lastenia por algo más de 2.600 euros cada una. Los números 29 y 30 del Patio de La Rosa. La segunda la ocupa su madre, fallecida hace un tiempo, pero la primera continúa vacía. "¿Para qué la quiero? Lo que necesito es el dinero", subraya Daniel, en referencia a la demanda que ha hecho al consistorio y a Cetensa. "Lo pido por caridad", enfatiza. Su solicitud, sin embargo, ha topado hasta el momento con la ley. "No quieren sentar un precedente", resume.

Y es que si bien el ayuntamiento, tras recibir el expediente que sobre este caso le envió la concesionaria, determinó que había que devolverle el dinero a Daniel, Cetensa no tiene claro el asunto desde el punto de vista legal.

Por un lado, porque ni la ordenanza municipal reguladora de la tasa por la prestación del servicio de cementerio, ni el Reglamento del Servicio de los Cementerios -que data de los años 70- contemplan un caso similar. Y, por otro, porque la normativa que ha esgrimido el consistorio para justificar la devolución del dinero hace mención a los conocidos como "enterramientos de beneficiencia". "Pero no es este caso", detallan fuentes de Cetensa.

La empresa ha puesto el asunto en manos de sus abogados y espera tener una resolución a comienzos del próximo mes. "No queremos cometer una ilegalidad y mucho menos sentar un precedente", añaden las fuentes. "Por eso le hemos pedido un poco de paciencia".

Ambos argumentos los recita Daniel casi de memoria. Igual que replica que cuando compró su nicho "nadie me informó de que esas eran las condiciones". Pero eso poco le importa ya. Lo que necesita es el dinero. Al menos quedaría en paz con su madre.