Leía un artículo de prensa este verano del que destaco las siguientes ideas: "Asistimos a una nueva revolución que está cambiando las reglas de juego en múltiples ámbitos. La robotización a gran escala, el big data, los teléfonos inteligentes, las fintech, el internet de las cosas, la secuenciación del genoma humano, el bitcoin, las energías verdes, las plataformas digitales de intercambio entre particulares... En menos de una década, el mundo ha asistido a una cascada de novedades tal que el resultado es una transformación radical de muchas industrias con la entrada de nuevos competidores.

Una de las consecuencias económicas de tanta innovación disruptiva es que los consumidores han tomado el mando en las relaciones comerciales.

Una empresa que no asuma su transformación profunda y permanente como la herramienta fundamental para asegurar su competitividad no podrá mantener su posición de liderazgo."

Dicho esto, y en paralelo, he tenido dos buenas experiencias comerciales, recientemente, en Tenerife:

Por un lado me acerqué a un pequeño comercio a comprar algunas prendas de confección y no encontré talla. El dueño se ofreció a tomarme medidas y hablar con sus proveedores para tratar de encontrar lo que necesitaba.

En una semana me llamó, pasé nuevamente por su tienda, compré lo que necesitaba y el amable señor se ofreció a adaptar algunos altos y me ofreció llevar la ropa a mi casa o al trabajo y así no tenía que desplazarme nuevamente a la tienda.

Por otro lado, en una conocida pastelería de Santa Cruz me dejaron un obsequio, y podía elegir entre ir a buscarlo a mi comodidad avisando previamente del día para tenerlo todo preparado y fresco o si lo prefería me lo llevaban a cualquier punto de las Islas que quisiera. Opté por que lo enviaran y en dos horas estaba en mi poder, con instrucciones de conservación de cada producto.

Me sentí orgulloso de la revolución silenciosa que se está produciendo en el comercio de Tenerife y cómo se adapta a las necesidades de los consumidores para plantar cara a esta nueva competencia.