Italia volvió hoy a coordinar el rescate de 1.725 personas en el mar, en una nueva jornada de emergencia que se suma a las cinco pasadas, en las que han sido salvadas más de 15.000 vidas humanas en el Mediterráneo.

Así lo confirmaron los guardacostas en un comunicado en el que señalaron que fueron 16 las operaciones desplegadas en el mar, todas ellas coordinadas por la Central Operativa de la Guardia Costera de Roma, perteneciente al Ministerio de Infraestructuras y Transportes.

En estos dispositivos participaron embarcaciones de la Guardia Costera, de la Marina Militar italiana y también barcos de las ONG Life Boat y MOAS.

Con estas operaciones, en los últimos seis días se ha rescatado en el Mediterráneo a más de 16.000 personas, una cifra notablemente alta que se explica por las excelentes condiciones meteorológicas y por el estado del mar en calma.

Italia "no se encuentra al borde del colapso", ha asegurado recientemente el primer ministro del país, Matteo Renzi, aunque estas llegadas vuelven a poner el acento en un problema, el de la inmigración, que Europa aún no ha conseguido resolver.

En las últimas jornadas han patrullado el Mediterráneo y salvado a miles de inmigrantes embarcaciones de la Guardia Costera italiana, de la Marina Militar, de organizaciones no gubernamentales y también barcos que operan en los dispositivos europeos de EUNavforMed y Frontex.

Es el caso de la fragata española "Reina Sofía", que hoy desembarcó en el puerto de Salerno, en el sur de Italia, a los 1.048 inmigrantes que salvó el pasado martes en el mar.

"Embarcar más de mil personas fue un reto importante (...), sobre todo porque tuvimos que efectuar un tránsito de casi 40 horas y dos noches en la mar. Durante ese periodo se les proporcionó todo tipo de asistencia: comida y bebida, ropa y asistencia médica a aquellos que la necesitaban", explicó hoy el capitán de fragata, el comandante Carlos Posada Novoa.

Durante el desembarco de hoy, Novoa relató que la tripulación pudo ver "escenas emotivas" cuando muchas de las personas salvadas les agradecieron la labor desarrollada, la asistencia recibida y el apoyo prestado con posterioridad al socorro.

La fragata española rescató a 1.048 personas el martes, y en los tres meses que lleva patrullando el Mediterráneo ya ha salvado a 3.343.

La emergencia migratoria es uno de los desafíos más importantes que afronta la Unión Europea desde hace meses.

La Organización Internacional para las Migraciones ha elevado recientemente hasta 322.914 el número de inmigrantes y refugiados que han conseguido en lo que va de año llegar a Europa tras cruzar el Mediterráneo por diferentes rutas, mientras que el número de fallecidos supera ya los 2.500.

El Gobierno italiano ha señalado que los números de inmigrantes que llegan a Europa en barcazas y en lanchas neumáticas a través de Italia son similares a los registrados en los últimos años.

Renzi ha pedido en diversas ocasiones la colaboración conjunta de todos los países comunitarios para atajar el drama migratorio.

Volvió a hacerlo durante el encuentro que mantuvo ayer miércoles con la canciller alemana, Angela Merkel, en Maranello, donde en su comparecencia ante los medios dijo que la crisis de refugiados debe volver a ser un asunto primordial para la Unión en los próximos meses.

Italia seguirá "haciendo todo lo que esté" en su mano "para seguir salvando vidas", aseguró, pero por sí sola "no puede acoger a todas las personas que llegan a Europa".

Por ello, Renzi ha solicitado con insistencia que la inmigración sea uno de los temas que se pongan sobre la mesa en la cumbre de líderes europeos que se celebrará en Bratislava el próximo 16 de septiembre.

El Gobierno italiano defiende que la UE debe atender y acoger a los refugiados, pero también debe tener en cuenta que los inmigrantes ilegales no se pueden quedar en el continente.

Una máxima que también reiteró Merkel el miércoles en Italia: "Aquellos que no tienen derecho al asilo tienen que volver a sus países", dijo.

La UE ha conseguido frenar en parte la llegada masiva de inmigrantes a sus costas con la firma del acuerdo con Turquía, pero los desembarcos en puertos italianos continúan, igual que las salidas de barcazas desde Libia.