"Nuestro alcalde me propuso leer el pregón de las fiestas del Cristo y acepté, sin pensármelo demasiado, porque no pude rechazar su tentadora y generosa oferta. Verdaderamente es un gran honor, una enorme satisfacción y una comprometida responsabilidad". Con esas palabras inició ayer Carmen Cruz Simó el pregón que abre los festejos mayores de Aguere, en el que realizó un recorrido por la historia de la celebración y donde tampoco dejó atrás las vinculaciones de esta con la música.

La directora de coros y profesora se fue hasta la génesis misma de los actos, y puso de relieve dos momentos relevantes en los siglos XVI y XVII que explican lo que vendría posteriormente. "El 14 de septiembre de 1607 se producirá el segundo gran impulso para la festividad que pregonamos porque, entonces, las autoridades insulares declararon ese día festivo en honor del Santo Cristo, atendiendo al clamor popular de los milagros que ya entonces se le atribuían", apuntó tras rememorar la llegada en 1520 de la "preciosa y meritoria" imagen del Crucificado Moreno.

La festividad del Ungido; la aparición de la figura del denominado "proveedor de la fiesta", que designaban los franciscanos en la persona de un "caballero meritorio", y el surgimiento en 1659 de la Esclavitud del Cristo de La Laguna fueron otros de los datos que Carmen Cruz aportó durante una alocución en la que destacó la figura de Anchieta. A partir de ahí se fue hacia lo musical. "Es posible que José de Anchieta conociera la talla del Cristo de La Laguna a tenor de la presencia en algunos de sus versos de la descripción de un Cristo que nos recuerda al nuestro, sostuvo acerca de unas composiciones creadas para ser utilizadas con una melodía popular de la época y cambiando la letra por la realizada por quien fue declarado santo hace dos años.

La pregonera recordó, además, la Fiesta de las Hespérides, el 11 de septiembre de 1915, organizada por el Ateneo y que comenzó con los "Cantos Canarios" de Teobaldo Power. "Este acontecimiento lo fue doblemente, ya que representó la inauguración oficiosa del nuevo y flamante Teatro Leal, que, a partir de esa fecha, se incorpora a las celebraciones de las fiestas del Cristo", puntualizó.

En el relato también tuvieron hueco las Fiestas de Arte del Ateneo; la Velada Sacra que organizaba la Esclavitud; las Fiestas de las Regiones, por parte del Orfeón La Paz... "El memorable concierto dado en el Teatro Leal por el Coro Easo de San Sebastián el 13 de septiembre de 1954 quedó intacto en la memoria de los asistentes y marcó un hito por la perfección de ejecución que demostraron aquellas magníficas voces vascas", resaltó Cruz Simó sobre otro de los momentos que han tenido lugar en torno a una celebración alrededor de la que, en su opinión, ha habido una "efervescencia cultural".