El de ayer fue un inicio de septiembre muy distinto al habitual en el entorno del colegio María Inmaculada, en la esquina de las avenidas de San Sebastián y La Salle. Ni bullicio ni jóvenes en el exterior. Síntomas del adiós a un referente en la enseñanza, además de edificio emblemático de la capital tinerfeña que ha cerrado este curso sus puertas después de más de medio siglo dedicado a formar personas, sobre todo en la Formación Profesional.

Las redes sociales han advertido estos días de una noticia cargada de añoranza o de nostalgia que se materializa ahora cuando arranca el nuevo ejercicio académico

"El estanco de Amadita -primero trasladado a la plaza de San Juan Bautista y desmantelado hace poco- y las monjas de la esquina de La Salle (en el número 1) eran las referencias del barrio". La frase es de José Carlos Acha, concejal de Cultura y profesor de Historia durante 28 años en el centro. El último ejercicio estuvo "en excedencia forzosa por ocupar un cargo público", explica.

El edil del PP mostró su "tristeza porque se cierra un hogar, mi casa durante toda una vida. También se pierde un referente para la ciudad, en general, y para los jóvenes en particular que allí acudían, igual que muchos ya adultos, para graduarse con el octavo de EGB primero y la Secundaria luego, o formarse en Administración, Comercio y Cocina".

A pesar de la pérdida del referente, muchos profesores, entre ellos Acha, y más de un centenar de alumnos tienen un nuevo destino: el Hogar Escuela.

"Si quieres estudiar algunos de los ciclos que se han impartido hasta ahora en el Centro María Inmaculada dirígete a la calle La Rosa, 40.". Era la convocatoria que hasta finales de abril permitía matricularse en el centro educativo que gestionan las Salesianas. Toda la comunidad está allí ilusionada con una Formación Profesional que ofrecerán por primera vez.

Fuentes del centro explicaron que "una decena de docentes, la mayoría del María Inmaculada, estarán en nuestro claustro". Añadieron que "a día de hoy (por ayer) ya tenemos 115 alumnos matriculados en la FP". Estos chicos recibirán clases de FP Básica (1º y 2º de Cocina), Adaptada a alumnos con necesidades y de Grado Medio en tres familias: Cocina, Actividades Comerciales y Gestión Administrativa".

El propio alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, se convertía en marzo del año pasado en "pastelero por un día" durante la cuarta y última jornada de puertas abiertas del centro.

Las Hijas de María Inmaculada -su fundadora fue la beata navarra Santa Vicenta María López de Vicuña- cumplieron en 2013 sus Bodas de Oro en la ayuda educativa a los jóvenes de Santa Cruz, de otros municipios e incluso de distintas islas.

El colegio que gestionaban las religiosas ha sido un punto de encuentro en estos más 50 años de chicos con necesidad de formación tardía para incorporarse al mundo laboral. Hasta ahora.