Color en abundancia, miradas que buscan al espectador y hasta alguna que otra calavera. Eso y mucho más es lo que la pintora tinerfeña Loli Íñiguez ha volcado en "Los recuerdos me miran", exposición que anoche se inauguró en el Centro de Arte La Recova de Santa Cruz de Tenerife y que está comisariada por Jordi Solsona. Un poema de Tomas Tranströmer -ganador del Premio Nobel de Literatura en 2011- preside el espacio en el que se exhiben treinta y ocho obras de gran formato que se pueden ver hasta el próximo 30 de septiembre. La retrospectiva, en la que la creadora santacrucera enseña una parte de los proyectos que nacieron entre 1991 y 2016, está desarrollada en óleo sobre lienzo.

"Los recuerdos me miran" es un viaje al interior del ser humano; una explosión psicológica que "salpica" de color a las personas que miran de frente a las composiciones de una artista que culmina de esta forma su decimoséptima exposición individual. Treinta y siete años inventando un universo en continuo movimiento. Ese es el tiempo que lleva Loli construyendo una realidad en paralelo que en el pasado encontró un acomodo en salas de Barcelona, México, Nueva York... "Cuando echas un vistazo a lo que hay dentro de ti encuentras muchas respuestas que están reflejadas en esta serie", asegura Íñiguez a una colección contundente en la que una mirada se convierte en el inicio de múltiples interpretaciones.