El llamado caso Soria, por el que el exministro grancanario tuvo que dejar Industria a pocas semanas de las elecciones del 26J, nunca tuvo derivada judicial. Simplemente, su enorme repercusión fue mediática y los fundamentos del revuelo, éticos y ligados a sus contradictorias, incompletas y, al final, insostenibles comparecencias. Desde el viernes, cuando Rajoy perdía por segunda vez su asalto a su segunda legislatura por 6 votos, irrumpió como un trueno una especie de caso Soria II por el eco en los medios, la reacción unánime e indignada del resto de partidos y la pésima contingencia estratégica para los intereses del PP y su anhelo de seguir en el poder. La decisión del Gobierno en funciones de optar por el otrora todopresidente del PP canario para un cargo en el Banco Mundial bastante bien remunerado ha soliviantado a todos los partidos y ha puesto un nuevo obstáculo en la, de por sí, desinflada rueda de una nueva legislatura antes de otras elecciones. La reacción, ayer, de los cabezas de lista de los partidos con representación por la Provincia tinerfeña no pudo ser más enérgica, contundente y casi de estupor, mientras que, por las declaraciones, el tono y la cautela de miembros relevantes del PP isleño, resulta palpable que el desconcierto se ha instalado, al menos por unas horas, en las filas conservadoras con algo que, para muchos de ellos, era inesperado por completo. Tamara Raya, diputada del PSOE, tilda lo ocurrido de "bochornoso; una prueba más de por qué Sánchez dice que Rajoy y el PP no son de fiar. Es un insulto a los ciudadanos y, a mi juicio, les perjudica para lograr gobierno porque eso que tanto se pide, nuestra abstención, es imposible así. Se trata del peor ministro canario, el peor para Canarias y una vergüenza para los españoles y se le premia tras no cumplir con el fisco", censura. Aún más crítico se muestra el representante provincial de Unidos-Podemos, Alberto Rodríguez, quien cree coherente lo ocurrido porque lo hace "un partido corrupto que ha robado durante 4 años y que se siente con total impunidad para esto y para cualquier cosa. Por eso premia a un ministro que hundió la industria del país, que quiso cargarse las costas de Canarias y que mintió a todos los españoles, por lo que tuvo que dimitir". A su juicio, se trata de un motivo más para que el PSOE busque una alternativa de "gobierno de izquierdas" con su coalición "y les hable claro a los españoles". Un poco más suave, pero igual de estupefacta, se mostró a El Día la diputada de C''s Melisa Rodríguez. En su opinión, lo ocurrido es "una vergüenza y un flaco favor a la democracia. El PP ha incumplido ya el pacto contra la corrupción y por la regeneración con esta puerta giratoria. Por eso, pediremos explicaciones, entre otras cosas porque Montoro dijo que nadie que defraudara al fisco podía estar en política y va el PP y premia a Soria, que tuvo que dimitir por mentir". Ana Oramas, representante de CC y que apoyó el frustrado intento de investidura de Rajoy de esta semana, tiene claro que se trata de un gran error "que viene en el momento menos adecuado y, por eso, pediremos la comparecencia del ministro de Hacienda". Preguntada sobre si esto puede perjudicar las opciones de un arreglo para el gobierno en los dos meses que se abren ahora, considera que esa posibilidad quedó bastante alejada con las distancias surgidas el propio viernes entre el PP y C''s al plantear el partido naranja un posible cambio de candidato para desbloquear la situación, algo que rechaza de forma tajante el PP. En las filas del PP canario, su presidente, Asier Antona, que ayer acudió en Madrid a la ejecutiva nacional de su formación, se limitó a indicar que el procedimiento para designar a Soria es "reglamentario, legal y normal", anunciando que la próxima semana ahondará en su pronunciamiento. La cabeza de lista del PP, Ana Zurita, también fue muy sucinta, indicó que se enteró de lo ocurrido por la prensa, que desconoce los entresijos y, en tal caso, que lo que ocurrió antes del 26J con Soria no les perjudicó en las urnas. El senador Antonio Alarcó optó por recalcar la importancia para España de contar con cargos relevantes en instituciones como el Banco Mundial y en alabar la preparación y trayectoria de Soria, mientras que Miguel Cabrera, siempre crítico con el exministro, fue mucho más cauteloso, admitió que no era el momento oportuno, pero también realzó la figura como técnico de Soria.

Cospedal desvincula a Soria de la corrupción y lo defiende

La designación de Soria para un puesto en el Banco Mundial fue ayer la comidilla de la política española y las reacciones resultaron múltiples. Nueva Canarias exigió una rectificación y, en caso contrario, anunció que presentará una moción en el Congreso, a través de su diputado, Pedro Quevedo, para que Rajoy dé marcha atrás. El vicesecretario general de C''s, José Manuel Villegas, también remitió una nota a los medios canarios para dejar claro que exigirán explicaciones sobre lo ocurrido, algo que califica de "inexplicable porque Soria dejó el Gobierno por mentir respecto a sus empresas en paraísos fiscales". A su juicio, "esta forma de actuar del Ejecutivo de Rajoy tiene poco que ver con una nueva etapa de trasparencia y regeneración democrática". Sin embargo, entre las filas conservadoras destacó lo dicho por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien defendió esta apuesta por Soria como director ejecutivo en dicho organismo alegando que ese cargo "tiene que ver con su carrera profesional". Además, desvinculó a Soria de los papeles de Panamá y de la corrupción, por lo que descartó que la designación pueda afectar a la imagen del PP y al pacto por la regeneración firmado con C''s: "No tiene nada que ver. No conozco ninguna acusación de corrupción contra Soria", insistió.