"Valoramos menos los aspectos económicos que la actividad dinamizadora que generan en su entorno estos establecimientos. Por lo tanto, su reapertura en el menor plazo de tiempo posible es nuestro objetivo". Así se refirió el concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Santa Cruz, José Alberto Díaz-Estébanez, a la decena de quioscos emblemáticos de la capital tinerfeña que ahora están cerrados. "Una casualidad, porque los procesos de reapertura van bien y espero que la mayoría funcione ya antes de fin de año", apuntó el edil nacionalista. De momento, la adjudicación del de la plaza Militar quedó desierta.

"Es el término técnico pero en realidad se presentó una oferta que fue desestimada por no reunir los requisitos. Esperábamos más, así fue", apuntó el concejal, para añadir: "Iremos ahora al sistema de negociado, en el que se podrán presentar aquellas empresas que no ganaron otros concursos similares. La ventaja es que se gana más tiempo para la reapertura".

El canon de este quiosco es de 600 euros mensuales o 1.800 al trimestre, similar al del resto -al igual que el plazo de diez años improrrogables para la concesión- con alguna excepción. Para Díaz Estébanez es un "precio bajo dentro de la línea de no primar el factor económico".

El concejal aclaró que "Numancia y Weyler ya están adjudicados y con proyecto de ejecución. El primero, a falta del informe de Patrimonio del Cabildo, y el segundo abrirá a finales de mes".

Para el de Tomé Cano, explicó, "se han presentado seis ofertas y esta semana dedicirá la Mesa de contratación". En la plaza del Príncipe , recuerda, "hubo un problema con el anterior concesionario pero ya hay adjudicación y proyecto. A partir del informe del Cabildo abrirá en tres meses".

En el quiosco de La Alameda, cerrado recientemente por un "desequilibrio económico-financiero" del propietario el canon, es más caro pero, anunció el concejal, "vamos a intentar reducirlo o hacerlo más atractivo con la posibilidad de tener una cocina".

También se sacará a concurso el espacio del parque Don Quijote, se habilitará otro en Las Indias dentro de la remodelación global del recinto y se trasladará más arriba el actual de La Granja para dejar espacio a las dependencias municipales a las que está anexo.

Los quioscos del Reloj de Flores y La Paz, con concesión en vigor (el primero hasta marzo de 2017), completan esta decena de establecimientos emblemáticos hoy cerrados y cuya red pretende recuperar el ayuntamiento "en las mejores condiciones de calidad porque -en palabras de Díaz Estébanez- generan empleo y tienen una función casi social como dinamizadores de la zona en la que están instalados".