Los escolares de Taganana y Almáciga iniciaron ayer el curso escolar -tenían que haberlo hecho el jueves-, tras la negativa de sus padres a que acudieran a clase la semana pasada al no haber comenzado la reparación del muro del colegio Julián Rojas de Vera que se cayó en octubre de 2015.

A primera hora de ayer, y tal y como había confirmado el viernes a la dirección del centro la Consejería regional de Educación, dieron comienzo los trabajos, que está previsto que se prolonguen durante tres meses, aunque podría adelantarse su finalización para evitar los posibles efectos de las primeras lluvias.

La primera parte de las obras, para las que se utiliza una retroexcavadora y un camión de tamaño mediano -la estrechez de las calles impide usar maquinaria mayor-, consistirá en la retirada de la tierra que aún queda en el talud que se desprendió tras las fuertes lluvias caídas a finales de octubre del año pasado.

Finalizada esta fase, y según explicaron fuentes de la obra, se procederá a excavar el hueco de las bases, que tendrán un metro y medio de profundidad.

En ellas reposará el muro de hormigón, de dos alturas, que se construirá a continuación, y que será el encargado de evitar que se produzcan nuevos corrimientos de tierra. En la parte alta de la construcción se dejará un pequeño huerto para que los 19 escolares del Julián Rojas de Vera sigan cultivando, al igual que lo hacían con anterioridad.

Tanto los escombros que se extrajeron en 2015 como los que se están sacando ahora se están depositando en un solar ubicado justo debajo del cementerio del pueblo.

Mientras se producen los trabajos, y según confirmó ayer la presidenta del AMPA, Nieves de la Rosa, los escolares recibirán su formación en la planta baja del centro docente, cuya habilitación final acabó ayer mismo por la mañana.

Allí permanecerán salvo que por alguna circunstancia derivada de la obra tengan que cambiar de ubicación. En ese caso se desplazarían al centro cultural o al centro de mayores del pueblo.