Guardas rurales de la Federación de Gestión Cinegética de Tenerife y agentes del Seprona de la Guardia Civil encontraron el pasado jueves casi medio centenar de cebos de carne envenenados, supuestamente para matar a perros de caza, en los altos del municipio de Fasnia. Dichos profesionales hallaron numerosos trozos de carne de cochino con algún producto tóxico.

Cazadores que llegaron a la zona de Archifiras sufrieron el envenenamiento de cuatro podencos.

Uno de los canes falleció y los otros tres pudieron ser recuperados, gracias a que se les suministró un antídoto con rapidez.

Los agentes del Instituto Armado y los guardas rurales señalizaron los lugares en los que estaban los cebos y procedieron a la limpieza del terreno para evitar nuevas situaciones de ese tipo.

Fuentes de la Federación Cinegética de Tenerife explicaron que, por ahora, no hay sospechosos de llevar a cabo dicha acción.

Los hechos ocurrieron en un paraje próximo a la presa existente en la zona de Archifiras. Curiosamente, según las fuentes consultadas, en las proximidades no existen fincas agrarias en explotación. Desde la Federación Cinegética de Tenerife lamentan la situación y advierten de que en los enclaves donde se colocan trampas envenenadas siempre puede quedar alguna aislada que no se detecta. Según los responsables de dicho organismo, la mayoría de los venenos usados en estos casos son productos "órgano-fosforados", aunque también puede haber de otro tipo. En esa línea, aconsejan a los cazadores que vayan con los antídotos adecuados para intentar salvar a los animales que ingieran veneno.