La bodega La Grieta, de Haría (Lanzarote), ha decido envejecer bajo el mar una partida de 500 botellas de vino producido con uvas que fueron recolectadas de noche para reducir su oxidación y potenciar sus propiedades.

La inmersión de las botellas fue llevada a cabo en la Bodega Submarina de Canarias, ubicada en aguas de Tenerife, a una profundidad de 18 metros y bajo una presión de 2,8 bares.

Esa ubicación ofrece unas condiciones de luz, humedad, temperatura, presión y gravedad únicas para realizar el proceso de envejecimiento de los vinos con garantías de calidad.

Además, las botellas han sido colocadas con una orientación especial para que el agua viaje siempre a lo largo de las mismas según las corrientes marinas.

Las botellas cuentan con un etiquetado diseñado para la ocasión y un cierre especial para que pueda realizarse la microoxigenación a través de su tapón.

A partir de ahora y durante unos meses, estos tintos de La Grieta compartirán hogar con la flora y fauna submarina, con el fin de lograr un resultado que sus responsables esperan que "sea espectacular y exclusivo".

De esta manera, La Grieta se convierte en la primera bodega lanzaroteña en formar parte de la Bodega Submarina de Canarias.

En cuanto a la recolección de las uvas, la bodega explica que la vendimia nocturna consigue reducir la actividad enzimática, evitando su oxidación, lo que, además, hace que se mantenga su potencial organoléptico y tiende a dar lugar a vinos más longevos.