La asociación de vecinos La Canela de San Sebastián, uno de los barrios más pintorescos e históricos de Santa Cruz de La Palma, ha aprovechado la invitación del ayuntamiento para alzar la voz y exponer abiertamente sus preocupaciones y sugerencias al objeto de embellecer este núcleo y facilitar la vida de sus residentes.

Uno de los temores de los vecinos está centrado en la propio idiosincracia del barrio: sus construcciones. Se trata de una zona formada por viviendas tradicionales, también casonas, salpicadas de una historia de cinco siglos. Allí vivieron personalidades de las milicias, la política, la religión... los actuales residentes proponen la realización de un plan contraincendios "debido a la inexistencia de bocas de incendios", además de un estudio "acorde a la peligrosidad existente, puesto que las características arquitectónicas (del barrio) lo requieren".

La Canela, nombre por el que también se conoce a San Sebastián debido al aroma a tabaco y a dulces recién horneados que marcaron su calle principal especialmente durante la primera mitad del siglo XX, reclama la finalización de la segunda fase del Jardín de Indias en la calle Cajita Blanca y Huertas, acorde con el proyecto presentado por esta asociación redactado por el arquitecto técnico y paisajística Alejandro González Hernández en el año 2013. Precisamente en la calle Huertas se expone la necesidad de elaborar un plan de rehabilitación de su empedrado tradicional, ya que "sus condiciones son en la actualidad bastante deficientes".

En realidad, San Sebastián necesita cariño. Observa desde lo alto el "corazón" de la ciudad, pero presenta deficiencias por falta de atención. "Sugerimos una replantación de árboles en los lugares donde han sido talados, como en la plaza Pepita Sosa y en las escaleras de Las Tosquistas", sostienen los vecinos.

Pero no es solamente embellecer el barrio. A este núcleo poblacional también le afectan problemáticas más de ahora... y más graves. A propósito, plantean la necesidad de contar con un "plan de vigilancia policial sobre un asunto muy preocupante: la proliferación de venta de droga" en diferentes espacios de La Canela. La asociación vecinal subraya que "los niños y los adolescentes han dejado de jugar en las calles".

La calle de San Sebastián, aquella poblada antaño de ventas y pequeños comercios de víveres que durante más de un siglo compitió con los centros neurálgicos del mercado de Santa Cruz de La Palma, exige ahora al ayuntamiento que se dinamicen sus calles, al menos que se impulse una mayor presencia de la banda municipal de música en el barrio, así como el desfile de Los Gigantes y cabezudos en sus recorridos habituales. Sí, quieren dar más vida a su entorno, que en ocasiones parece respirar solo pasado.

La asociación de vecinos La Canela se formó en 2012 y cuatro años más tarde no dispone de "un local donde poder realizar más actividades", teniendo además que llevar a cabo sus reuniones "a pie de calle". Su última petición es precisamente un espacio donde desarrollar su labor.