Los caseríos y otros núcleos poblacionales, sus barrancos, sus playas y caletas, sus picos y riscos, entre otros muchos elementos de la geografía de Anaga, son "retratados" a su modo por el poeta y escultor chicharrero Fernando Garciarramos (Santa Cruz de Tenerife, 1931) en su último poemario, que ha titulado "Anaga aberrunto" y ha sido publicado por la Editorial Cursiva.

Este nuevo libro del autor tinerfeño, que ha escrito más de una veintena de títulos, todos ellos de poesía, reúne una selección de cerca de medio centenar de poemas que fueron tejidos entre los años 2005 y 2007, y hacen referencia a lugares como El Batán, Afur, Catalanes, Chinamada, Carbonera, Roque Bermejo, Roque Negro y Roque de la Barca, además de a Tegueste, Santa Cruz o La Laguna, entre otros parajes y rincones que ha recorrido a lo largo de su vida este escritor, escultor y doctor en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, donde también impartió la docencia durante décadas.

"El aberrunto viene de cuando el campesino ve el cielo y dice estas nubes aberruntan viento. Aberrunto es un portuguesismo que está recogido en el libro de Marcial Morera, y significa presagio, algo que se anuncia. También se nombran algunos topónimos de origen subsahariano, como el de la playa de Ocadila, que significa pájaro, o curiosidades con el denominado Pico del Inglés, que es de Las Aguilillas, al que parece que no subió un inglés, sino un austriaco", matizó este aficionado a escarbar en la etimología del nombre de los lugares de Anaga que conoce por las numerosas incursiones que ha realizado a lo largo de su dilatada vida.

Los recuerdos que guarda en su memoria de los espacios a los que dedica sus versos convierten "Anaga aberrunto en una geografía poética de Anaga que hace alusión a sus caseríos, roques, playas.... En cada página hay una pincelada poética de esos lugares. Es curioso saber también que el nombre Anaga proviene del bereber naj, que luego se castellanizó, y significa la montaña".

Los poemas de Anaga, que son todos romances, según especificó su autor, surgen de los sentimientos y recuerdos que anidan en su corazón, además de las imágenes que se quedaron inmortalizadas en sus pupilas.

También reflejan cierta melancolía en la que se da la mano la adolescencia y la madurez de un poeta cuya memoria recuerda sus experiencias por esos parajes que definen la orografía de esta parte de Tenerife, cuyas entrañas también encierran mitos y leyendas en las que ha buceado este veterano escritor que ha conseguido perfilar después de décadas un estilo que lo define.

"Escribir para mi es una especie de vicio o virtud. No tengo más remedio que escribir. Es como un impulso, una pulsión, porque escribo sobre cosas que conozco, como Anaga", señaló este artista que prepara otros tres libros, que estarán ilustrados, "La virgen terapéutica", "El barco de madera" y "Liquidación por cierre".

Con respecto a su estilo poético, reconoció que "tengo ramalazos de surrealismo, pero mi poesía lo que hace realmente es reflejar el paisaje, hace alusión a lo que tenemos aquí. En este caso Anaga".

El nuevo poemario de Garciarramos es un homenaje personal del autor a Anaga y a sus espacios naturales, que tantos recuerdos e ilusiones despiertan en este poeta y escultor que ya ha publicado unos veinticinco libros, entre ellos una antología poética. Destacar también que parte de su obra plástica, algunas de cuyas piezas ocupan espacios al aire libre en Tenerife, está integrada en colecciones en Madrid, Barcelona, Sevilla, París, Berlín, Tokio, La Habana, Macedonia o Lima.