El Cabildo de Tenerife impulsa una campaña de promoción para fomentar el consumo de papas de Tenerife, una iniciativa que se prolongará durante un mes con el objetivo de animar a su compra por ser un producto fresco y de calidad que contribuye activamente a la conservación de la biodiversidad y al mantenimiento del paisaje agrario.

Esta iniciativa supone una continuación de la campaña realizada a principios de verano con el mismo fin a través de anuncios promocionales en prensa, radio y televisión.

El vicepresidente y consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, ha recordado en rueda de prensa que esta acción se realiza en el marco del Plan Insular de la Papa "conjuntamente con otras actuaciones como el protocolo para la exportación de este producto y el control de la polilla de la papa, en colaboración con el Gobierno de Canarias, ayudas específicas a las cooperativas o acciones promocionales en diversos ámbitos".

La singularidad del clima y del suelo de Tenerife favorece el desarrollo de la papa en diversas situaciones ecológicas, algo que la convierte en un producto único en el mundo.

Cultivada por los agricultores isleños de forma tradicional desde hace décadas, la papa supone el tercer cultivo en importancia por detrás de la viña y el plátano, no solo desde el punto de vista económico sino también cultural.

Desde su introducción en las islas, la papa se ha consolidado como uno de los productos básicos de la dieta canaria. Cuenta además con una amplia distribución y una importante superficie de terreno cultivado, en torno a las 2.700 hectáreas (1.300 en secano y el resto en regadío).

La frescura de la papa tinerfeña le confiere una calidad especial que se manifiesta en cualquier tipo de preparación culinaria. Todas las propiedades y cualidades que posee el tubérculo isleño se ven incrementadas en el caso de las famosas papas antiguas, también denominadas ''papas de color''.

Esta campaña pretende animar al público a comprar papas de Tenerife, por ser un producto fresco, saludable y de calidad que contribuye activamente a la conservación de la biodiversidad de y al mantenimiento de unos agrosistemas característicos de gran valor paisajístico.