Los intentos por reforzar o crear nuevas líneas eléctricas hacia el Sur datan desde mediados de la década de los años 80 del siglo pasado, cuando comienza la expansión turística y urbanística de la comarca. La línea de alta tensión de 220 Kilowatios entre Granadilla de Abona y Guía de Isora empezó a tramitarse en 1987, tras un estudio de Unelco (hoy Endesa) que planteaba la necesidad de responder al incremento de la demanda y a los requerimientos de la producción de agua por desalación. Estos objetivos se recogieron en el Plan Energético de Canarias de 1989.

Fue en 1997 cuando una comisión técnica estudió diez alternativas optando por el trazado de Vilaflor, que aprobó la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) el 1 de julio de 1999 , aunque no sería hasta el 16 de marzo de 2000 cuando una resolución del Gobierno de Canarias autorizó definitivamente el tendido.

Los trabajos para colocar la primera de las torres del tendido eléctrico de alta tensión comenzaron el 21 de septiembre del año 2006. Desde la central eléctrica situada en el Polígono Industrial de Granadilla de Abona hasta la subestación de El Vallito, en Adeje, la obra se completó "y resolvió el problema que había de inseguridad en el abastecimiento". Pero falta un tramo del proyecto final, el que discurre desde ese punto, El Vallito, hasta el municipio de Guía de Isora, con una línea de 66 Kilovoltios. "Hasta ahora no ha sido necesaria", cuentan las autoridades municipales.

La causa está en que la demanda de energía decreció notablemente por la paralización del sector de la construcción como consecuencia de la crisis económica. "Ese frenazo, junto a la actividad que desarrollaron las turbinas en su momento, ha permitido que no se eche de menos esa obra".

Entre los ayuntamientos y los colectivos empresariales, comerciales y vecinales consultados hay un criterio unánime que apunta a que "es muy improbable que con las condiciones actuales y la perspectiva que se dibuja se registre un repunte del consumo que nos lleve a demandar la termionación del tendido tal cual fue concebido". Y otra coincidencia: "Este no es el trazado más beneficioso para el Sur".

las claves

El abastecimiento de energía eléctrica está garantizado con el tendido de alta tensión entre la central de Granadilla de Abona y la subestación adejera en El Vallito

La línea hacia Guía de Isora estaba proyectada como de 66 kilovoltios, siendo esta la parte del proyecto (polémico, en su momento) sin desarrollar.

Desde el 21 de septiembre al 16 de mayo

El miércoles se cumplió la primera década de la colocación de la primera de las 92 torres que componen el tendido eléctrico de alta tensión en el Sur de Tenerife. Ese día empezó el trabajo en las inmediaciones de la carretera de El Médano y supuso "avanzar un poco más hacia el gran objetivo que implica garantizar un suministro eléctrico en las máximas condiciones de calidad y seguridad en el sur de la Isla", en palabras que pronunció Adán Martín, extinto presidente del Gobierno de Canarias.

Puesto en funcionamiento el 16 de mayo de 2007, después de unos ocho meses de obras y con un coste cifrado en torno a 18 millones de euros, discurre entre la central eléctrica del Polígono Industrial de Granadilla y la subestación de El Vallito, en el municipio de Adeje. Ninguno de sus tramos está soterrado, aunque se planteó que así fuera, especialmente al paso por el área de influencia del aeropuerto Tenerife Sur.

De las 92 torres colocadas, 51 son de celosía, las torretas más corrientes, mientras que el resto son de chapa o ecológicas. Del total, 52 torres están emplazadas en suelo de Granadilla de Abona, 11 se encuentran en territorio de San Miguel de Abona, 25 se ubican en Arona y las cuatro restantes se ubican en terreno de Adeje.

En la historia de este proyecto, la fecha del 23 de noviembre de 2002 está marcada como la de la gran manifestación contra el trazado por Vilaflor.