El líder del PP, Mariano Rajoy, evita meter más presión a Pedro Sánchez después del duro varapalo sufrido por el PSOE en las elecciones vascas y gallegas y no renuncia a intentar otra investidura, aunque esperará a ver cómo evoluciona la crisis interna del PSOE antes de llamar al líder socialista.

Un secretario general del PSOE que tampoco tira la toalla y, pese a la contestación interna, insiste en que explorará un gobierno alternativo junto a Podemos y Ciudadanos para evitar las terceras elecciones.

Se trataría de un ejecutivo "transversal de amplia base parlamentaria", según Sánchez, en el que tampoco excluye de plano a los partidos independentistas. Además, descarta hasta la saciedad una abstención de última hora a Rajoy porque los socialistas, alerta, "no pueden tener una posición subalterna" al PP.

No obstante, sus planes tendrán que pasar el visto bueno del Comité Federal del PSOE del próximo sábado.

No será hasta entonces, y ya con un escenario más claro en las filas socialistas después del "impasse" de esta semana, cuando Rajoy decida llamar a Sánchez para intentar desbloquear la legislatura.

Y es que el presidente del Gobierno en funciones es consciente de que para que haya gobierno es imprescindible alguna "suerte de acuerdo" con el PSOE, porque, de lo contrario, no salen las cuentas para una segunda investidura.

Lo que Rajoy también tiene claro es que Pedro Sánchez sigue siendo su interlocutor y que no piensa "zascandilear con nadie" para intentar debilitar la delicada posición del secretario general socialista. Censura, eso sí, el anuncio reiterado de Sánchez de que intentará formar una mayoría alternativa.

Para el líder del PP, ese ejecutivo es posible con la aritmética parlamentaria "pero no con la razón y con el respeto a la voluntad de los españoles".

Un mensaje que ha repetido el gran triunfador de la noche electoral, el presidente gallego Albert Núñez Feijóo, que ha pedido a Sánchez que tome nota del resultado del 25S, deje "transcurrir la democracia" en España y permita que Rajoy pueda superar una segunda sesión de investidura.

Idea reiterada por el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, que opina que Pedro Sánchez "no tiene legitimidad" para intentar ese gobierno alternativo, porque los ciudadanos lo han cuestionado ya en las urnas.

El único apoyo claro para la propuesta de Sánchez ha llegado desde el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ha alertado de que pactar con el PP para permitir que siga gobernando en España llevaría al PSOE a la "hecatombe" y a su "práctica desaparición".

También, su hipotético socio, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha instado a Sánchez a reconocer que "solo no puede" y ha vuelto a tenderle la mano para negociar un gobierno alternativo "de igual a igual", una vez que las elecciones gallegas y vascas han demostrado que su partido no es una "fuerza subalterna".

En esta misma línea, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha reconocido que la situación interna del PSOE es "compleja" pero se ha negado a descartar un acuerdo de gobierno con los socialistas, porque, a su juicio, constituye la única vía que garantiza salir de la crisis económica y la corrupción.

Más pesimista, el portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, ha admitido que se está alejando la posibilidad de "construir una alternativa" al Gobierno del PP, ya que "el debate que se hace dentro del PSOE es entre abstenerse o decir no a Mariano Rajoy".

Pesimismo también en las filas de Ciudadanos. Albert Rivera cree que el deseo del líder del PSOE de convocar un congreso federal en diciembre pone al país "más cerca del bloqueo" y de las terceras elecciones, aunque espera que los dirigentes socialistas "acierten" en la decisión que tomen este sábado.

Rivera espera que los socialistas "piensen más en España que en su partido", pero no ve que sean "buenas noticias" que Sánchez quiera convocar unas primarias el 23 de octubre y un congreso en diciembre.

"Ningún partido puede poner por delante las crisis internas", ha alertado el líder de C''s, que ha pedido al PSOE que piense en el "desbloqueo" de España y no en sus propios problemas y "personalismos".

Un desbloqueo de la legislatura en el que, en principio, no parece que vaya a tener un papel relevante el PNV, que ha insistido en su rechazo a la investidura de Mariano Rajoy, después de que las elecciones de ayer pusieran de manifiesto que el PP no es necesario para la formación del Gobierno de Vitoria.