Era una posibilidad barajada desde hace más de un año y que, al final, se acabó llevando a efecto el pasado viernes. El Ayuntamiento de La Laguna ha procedido a la retirada de la casita de la plaza de la Junta Suprema, en la parte alta de la calle San Agustín, y que se había convertido en foco de actos incívicos.

Donado a la ciudad por la firma alemana Spielart, fabricante de juegos infantiles recreativos y de aventuras, lo que nació como un divertimento para menores acabó siendo utilizado por quienes no lo eran tanto. Las consecuencias: desperfectos ocasionados sobre el elemento, el consumo en su interior de sustancias estupefacientes e, incluso, la práctica de relaciones sexuales.

Son las razones anteriores las que llevaron al consistorio a adoptar la referida medida. Según explicó la concejala de Parques y Jardines, Mónica Martín, en primera instancia se va a adecentar tras los daños sufridos y se está estudiando su posterior instalación en un centro ciudadano, lo que, añadió, garantizaría su "seguridad" y "mantenimiento".

Además, la también primera teniente de alcalde puso de relieve las quejas ciudadanas por los hechos que allí se estaban produciendo, y avanzó que la idea a partir de ahora, en cuanto exista disponibilidad presupuestaria, es mejorar este lugar con nuevos módulos infantiles.

Se trata del final de una estructura peculiar. Elaborada en madera de robinia y roble y cedida en agradecimiento a la labor realizada por la representante de Spielart para España, Portugal y Latinoamérica, concretamente es una casita del que denominan modelo Zwergenhaus: una construcción elevada para los más pequeños con motivos alusivos al mundo animal, como soportes en forma de patas de gallina, libélulas, abejas, una mariquita o un lagarto, acompañados de un espacio circundante cuyo coste fue igualmente sufragado por la empresa y que creaba un parque infantil.