El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Santa Cruz de La Palma emitió un oficio que tuvo registro de entrada en el ayuntamiento de la capital con fecha 8 de agosto de 2016, y al que ha tenido acceso EL DÍA, en el que se ordena que se proceda a facilitar la filiación y el domicilio de hasta siete personas "que han tenido relación con la recaudación del Museo Naval entre el 1 de julio de 2012 y el 31 de mayo de 2014", según se advierte de forma textual.

Este oficio se enmarca en la investigación abierta por los hurtos reiterados en el Barco de la Virgen y por los que están imputados Zacarías Gómez, diputado regional y tesorero en Canarias del Partido Popular, y el exdirector de los museos de la ciudad, Pedro Hernández.

El Ministerio Fiscal se centra en principio en uno de los dos informes elaborados por los servicios económicos municipales que afecta al citado período entre 2012 y 2014, ya que fueron los años registrados en los primeros extractos facilitados por la entidad bancaria de la cuenta donde se ingresaba la recaudación del Museo Naval. Con posterioridad, tras disponer de la documentación necesaria, el interventor municipal emitió un segundo informe desde 2010 a 2012, en el que también se dejaba claro que no se había justificado el destino de una parte del dinero obtenido en taquilla.

Las personas que aparecen en el oficio judicial están relacionadas principalmente con el área de Cultura, aunque no son las únicas a las que se pretende tomar declaración. Para ser exactos, un número elevado de trabajadores municipales ya han pasado por el juzgado en calidad de testigos sobre cómo se gestionaba el Museo Naval. Y es que en realidad, la gestión en aquellos momentos era poco eficaz.

Esta instalación, pese a las visitas que registra y la importancia que tiene para Santa Cruz de La Palma, no tenía personal fijo. Ni tan siquiera era necesario contar con idiomas para prestar servicio a los miles de turistas, principalmente cruceristas, que se acercaban al recinto. Por las taquillas del Barco de la Virgen llegaron a pasar a lo largo de los últimos años una veintena de personas: desde una limpiadora hasta personal de convenio, trabajadores de un centro de iniciativas turísticas, una costurera...

De todas formas, diferentes fuentes municipales consultadas por esta redacción coincidieron en afirmar que el exdirector de museos "se encargaba de hacer los ingresos, salvo en contadas ocasiones. Nos lo decía a todos los que pasamos por allí: que el dinero lo ingresaba él". "Al principio era en la sede de CajaCanarias en la plaza de La Alameda, aquí cerca del barco, pero luego lo ingresaba en la oficina de Bankia en la avenida del Puente", sentencian. La presencia de Zacarías Gómez en el barco "también era frecuente", cuando ocupaba el área municipal de Cultura.

El ir y venir de personas por las taquillas del Museo Naval finalizó cuando desde el ayuntamiento se decidió colocar a un trabajador acostumbrado a gestionar la venta de entradas en los espectáculos de las Fiestas lustrales e incluso en el Teatro Circo de Marte, que anotaba cada uno de los euros que salían y entraban. A partir de ese momento, las cuentas siempre cuadraron.