Han querido ser los primeros en conseguir "Harry Potter y el legado maldito". Veinteañeros, con mayor presencia femenina, a quienes no les importa que la nueva publicación sea una obra de teatro, y que no se han perdido esta noche "mágica" porque "han crecido" con las aventuras del niño mago.

Un mago que ya no es tan niño, como muchos de los fans que se han reunido en la noche de puertas abiertas de La Casa del Libro de Gran Vía, en el nuevo tomo de la saga creada por la británica J.K. Rowling, "Harry Potter y el legado maldito" (Salamandra), un libreto teatral escrito por Jack Thorne, que ha salido a la venta en la madrugada de este miércoles en castellano.

El personaje del mundo ficticio creado por Rowling comenzó sus aventuras con 11 años en "Harry Potter y la piedra filosofal", el primer tomo de esta saga millonaria publicado en 1997 y que llegó a España en el año 99.

Muchos de los fans reunidos esta noche, más de doscientos según fuentes de La Casa del Libro, eran también unos críos cuando Harry Potter llegó a las librerías españolas, o cuando las versiones cinematográficas que lanzaron a la fama a Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson se consolidaban como éxitos de taquilla.

"Me pilló jovencita, pero creo que en el momento perfecto, porque empezó siendo una historia muy para niños, pero acabó siendo muy adulta", explica Marta, estudiante de 26 años que se inició en el universo mágico viendo primero las películas de la saga, "se enganchó" y empezó a leer los libros.

Marta, que reconoce que no esperaría hasta medianoche para hacerse con un libro de ninguna otra saga literaria, forma parte de esa generación marcada por las aventuras del niño mago, que en muchos casos se iniciaron en la lectura con sus personajes y que no han querido perderse, a pesar de rozar ya la treintena, una noche en la que un trivial ha puesto a prueba sus conocimientos sobre la franquicia de Rowling.

"El primer libro llegó a mis manos con 11 años. Lo he ido viviendo, y creciendo con los libros", explica Paula, una joven de 27 años que, según reconoce, le tiene un "cariño muy especial" al personaje que en esta nueva entrega se ha convertido en un "cuarentón", padre de tres hijos, y en un empleado del ficticio Ministerio de Magia.

"Harry Potter y el legado maldito", el libreto del montaje estrenado el pasado 30 de julio en el Palace Theatre del West End londinense, fue una auténtica sorpresa para los lectores tras el anuncio de Rowling de que dejaría de escribir sobre el personaje cuando publicó el séptimo libro en 2007, dando por finalizadas las aventuras de Harry, Ron y Hermione.

Una sorpresa que los fans recibieron con calidez, pero que llegó también con polémica: en la obra de teatro la actriz que da vida a la inteligente Hermione es Noma Dumezweni, nacida en Suazilandia, y no todos los seguidores de la saga vieron fidedigno que una intérprete negra tomase el relevo a la actriz Emma Watson.

Rubén, de 27 años, quita hierro al asunto y celebra que la diversidad se sume a la franquicia.

"Me parece genial. No pasa absolutamente nada. Ha chocado un poco más por las películas, que estamos acostumbrados a ver a una actriz blanca, pero yo creo que polémica ninguna, al contrario, nos tendría que alegrar saber que Harry Potter es para todas las culturas y todas las razas", resalta.

No opina igual, sin embargo, su amigo Gonzalo, un joven de 21 años: "De cara a hablar del tema de la diversidad, me parece bien, pero hablando de la veracidad de lo que escribió la autora me parece mal porque no es como J.K. Rowling el personaje, y ese es mi dilema".

Polémicas a parte, lo que los "muggles" -las personas que no son magos- han aceptado gustosamente ha sido el cambio de formato de la saga, que ha pasado de novela a un libreto teatral que, explican, a lo mejor les incentiva para sumergirse en este otro género.

Ni si quiera los fans más jóvenes ven con temor el reto, como Katherine y Lisbeth, de 17 y 16 años, que apostillan que ya han tenido que leer obras como "La dama del alba", de Alejandro Casona, en el instituto.

No les ha importado tener que madrugar mañana para ir a clase, aunque Katherine se lamenta de que no puede comprar hoy el libro.

A pesar de que se ha unido al aplauso general de júbilo cuando el reloj ha marcado las doce, no ha podido hacerse como el resto de los presentes un "selfie", el segundo protagonista de la noche, con el preciado tesoro en las manos.