"Vamos arriba, que te voy a matar. ¡Si fueras hombre, nos iríamos al monte los dos y nos daríamos de hostias! ¡Tú eres el del otro día, a ver si ahora eres tan gallito! ¡Maricón, Retrasado!" Este es solo un ejemplo de las amenazas e insultos que vecinos de la calle San Lorenzo, en San Miguel de Chimisay (Taco, La Laguna), están sufriendo desde hace días presuntamente por parte de una pareja de jóvenes ocupas. Varios ciudadanos coinciden en asegurar que "sufrimos amenazas de muerte, escándalos y provocaciones". Todas las personas consultadas ayer aseguraron que "los delincuentes no somos nosotros; este siempre ha sido un barrio tranquilo hasta que llegaron estas personas". Y tanto verbalmente como en las denuncias interpuestas en la Comisaría de la Policía Nacional de La Laguna insisten en que el asalto al edificio de los ocupas, los destrozos causados en el inmueble y la agresión a dichos jóvenes "supuestamente se debe a un ajuste de cuentas" protagonizado por otras personas desconocidas, ya que en dicho lugar existe supuestamente trapicheo de droga. Y reiteran que los vecinos no fueron los encapuchados que protagonizaron el suceso del domingo por la noche.

Los vecinos que han denunciado ante la Policía por las amenazas e insultos de los ocupas señalan que no tienen nada en contra de las personas que deciden romper una puerta y vivir de esa manera. Aclaran que en el mismo edificio han vivido otros con los que no ha habido ningún problema. La clave del enfrentamiento actual está "en las peleas, escándalos o ruidos que generan los dos jóvenes ocupas a cualquier hora de la tarde, la noche o la madrugada", según una vecina. La citada pareja llegó el 14 de agosto y "han echado a todas las demás familias ocupas que residían allí", según los ciudadanos preguntados, que prefieren guardar el anonimato. Una mujer dijo que "no podemos vivir así, con amenazas, ruidos y peleas entre ellos (la pareja)". Esta persona, que reside en una casa anexa al inmueble ocupado, señaló que "estamos indefensos, no sabemos qué hacer y temo por mis hijos, menores de edad". Otra señora dijo que "nos están haciendo la vida imposible, con amenazas y provocaciones". Una mujer de 38 años denunció que la amenazaron de la siguiente manera: "¡Te quemaré la casa (...)!", o "¡Cuida de tus hijos, no los coja ahí dentro o en la calle, porque los rajo!".

Un joven de 24 años relata que se trata de jóvenes agresivos y violentos, que provocan ruidos nocturnos, como martillazos y trabajos con herramientas, al parecer para robar objetos de los pisos, piezas de loza o calentadores de agua. Este mismo afectado señala que "otras veces se oyen gritos y agresiones entre la pareja, así como peleas con otras personas, al parecer relacionadas con la venta de droga". Indica que, cuando acude la Policía, los jóvenes abandonan el lugar o dejan de provocar escándalos. Tras el altercado del domingo pasado por la noche, que obligó a la intervención de la Policía y acabó con un vecino arrestado, este joven señala que el joven ocupa y un amigo salieron a la calle con barras de hierro y vertiendo amenazas contra los vecinos, como, por ejemplo, "¡Hijos de puta, los voy a matar a todos!; ¡Les voy a abrir la puerta a todos a todos (...)!, ¡Más les vale poner puertas de seguridad!". Una joven de 26 años interpuso otra denuncia en la que advierte de que presuntamente "trafican con droga, dan gritos, ponen música y generan una situación insostenible". Ante las amenazas, ha pedido una orden de alejamiento de los ocupas. La noche del domingo, esta mujer dijo que vio al joven ocupa corriendo tras un vecino con la puerta de una gaveta en la mano para agredirlo.

Finalmente, ese ciudadano acabó detenido por agentes de la Policía como presunto autor de los delitos de allanamiento de morada, amenazas, daños y lesiones. Esa persona arrestada fue puesta a disposición judicial y ya está en libertad. Ese hombre negó que protagonizara el asalto al edificio. Aclaró que oyó ruidos de cristales, temió que trataran de atacar a su sobrina y se acercó para protegerla. Aseguró que poco después vio salir del edificio a jóvenes encapuchados corriendo y pensó que se trató de un ajuste de cuentas. Aún ayer era visible en su cara la lesión que le produjo presuntamente el ocupa con una gaveta.