Después del ascenso a Primera logrado en 2004 con su victoria en el Heliodoro Rodríguez López, la isla de Tenerife tiene una connotación especial para el Getafe, que la próxima jornada estrenará una nueva etapa con José Bordalás al frente del banquillo y con el objetivo de intentar regresar a la máxima categoría.

Hace algo más de doce años, el 19 de junio de 2004, el Getafe llegó a Tenerife con la posibilidad de hacer historia y no falló en el momento más importante. Su victoria por 3-5, con cuatro goles de Sergio Pachón, permitió al equipo madrileño ascender a Primera y cumplir un sueño del que se despertó hace unos meses, cuando descendió a Segunda.

Desde entonces, la isla de Tenerife y el estadio Heliodoro Rodríguez López han estado ligados a los mejores recuerdos de la historia reciente del equipo madrileño.

Por ese motivo, y precisamente apelando a ese ''espíritu'' de Tenerife, el presidente Ángel Torres fue reclutando este pasado verano a míticos jugadores de aquel año 2004 como Gica Craioveanu, Sergio Pachón, ''Nano'' Rivas o David Cubillo, para trabajar y asesorar en diversos puestos del club.

El domingo, el Getafe regresa a la isla y al Heliodoro pero en una situación bien distinta a la de hace doce años. Ahora lo hace en Segunda, en descenso y tras una semana tumultuosa en la que se destituyó a su entrenador, Juan Eduardo Esnáider, y se ha apostado por José Bordalás.

El técnico alicantino se estrenará al frente del Getafe en la isla de Tenerife con el objetivo de sumar tres puntos que permitan tomar aire en la clasificación y recuperar moral al vestuario después de un inicio de temporada malo en cuanto a números y resultados.

Para Bordalás, además de por el debut en el banquillo del Getafe, el partido también será especial porque en caso de ganar supondría su primera victoria en su quinta visita como técnico a la isla. En los anteriores cuatro encuentros, al frente de Hércules, Elche, Alcorcón y Alavés, nunca logró ganar y su balance es de tres derrotas y un empate.