España obtuvo hasta julio un superávit en su balanza de pagos (que registra las transacciones monetarias entre España y el resto del mundo) de 9.700 millones de euros, lo que duplica el saldo positivo de 4.600 millones del mismo periodo del año anterior, principalmente gracias al turismo.

Según los datos del Banco de España publicados hoy, este superávit fue consecuencia de un saldo positivo de 20.700 millones de la balanza de bienes y servicios (frente a los 16.200 millones de hace un año), con una aportación de 19.900 millones de turismo y viajes.

En cambio, el saldo de las rentas primaria y secundaria (rentas del trabajo, de la inversión, impuestos, cotizaciones, prestaciones sociales y trasferencias corrientes) fue negativo y registró un déficit de 11.000 millones, aunque fue menor en 600 millones que el obtenido en los siete primeros meses de 2015.

El superávit por cuenta corriente sumado al saldo positivo de la cuenta de capital (2.100 millones) dio como resultado en julio una capacidad de financiación de la economía española de 3.600 millones frente a los 3.400 millones del mismo mes de 2015.

En términos acumulados de doce meses, la economía española registró en julio de 2016 una capacidad de financiación por importe de 26.100 millones, frente a los 21.700 acumulados hasta julio de 2015.

El saldo neto de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España se situó en julio en -9.500 millones de euros, debido a una aportación negativa de la inversión directa a este saldo de 1.900 millones.

La inversión de cartera arrojó una variación neta negativa 4.400 millones, al reducirse sus activos netos y aumentar sus pasivos.

La otra inversión experimentó una variación neta negativa de 3.300 millones, causada por la mayor reducción neta de sus activos que de sus pasivos.

La posición neta del Banco de España frente al exterior disminuyó en 8.700 millones en el mes de junio de 2016.