Ha pasado el primer día de la "ruptura" prorrogada (o supuesta ruptura) del pacto regional por parte del PSC, que, por supuesto, culpa a CC, y se han abierto tres visiones sobre qué harán los socialistas en el seno del propio PSOE canario. A los que dan el acuerdo por totalmente roto, como ayer recalcó el presidente de la gestora del partido en Tenerife, Héctor Gómez, y los del sector crítico, que consideran que la ejecutiva del miércoles fue un "paripé" y todo se mantendrá igual, se les ha añadido una especie de tercera vía, sin ningún vínculo con Blair, que no descarta que los cogobiernos con los nacionalistas se mantengan en diversas islas y que, si bien lo conciben como algo más difícil, ni siquiera descartan la continuidad a escala autonómica siempre que se den una serie de cambios en CC.

El que más explicitó ayer esta última postura fue el portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento canario, Iñaki Lavandera, quien, en declaraciones a la cadena Ser, incendió la mañana y seguro que sobresaltó a más de un miembro de CC, sobre todo en Tenerife, al afirmar que la crisis actual tiene su núcleo, su volcán, en la supuestamente extinta ATI (ni Clavijo tiene carné de uno de los embriones de CC) y que, por cómo se ha quebrado la confianza, solo ve factible reconducir el Gobierno regional si se marcha, nada menos, que el presidente o la consejera de Hacienda, Rosa Dávila.

Lavandera, que acudió a la ejecutiva del miércoles, llegó a la conclusión de que la desconfianza en el seno del gobierno ha llegado a tal nivel que solo se puede recomponer con una medida así de drástica (y casi quimérica desde la óptica de CC) o con "cambios profundos" en la inyección de dinero para tres consejerías que considera claves, según indicó luego a El Día: Sanidad, Servicios Sociales y Educación, aunque esta la gestionen los nacionalistas. Además, y en su opinión, se necesita también que CC admita sus errores y, sobre todo, que se dé un cambio en las formas, en el trato al socio.

Según otras fuentes de este sector del PSC tendente a resolver la situación pese a todo esperan que se den reuniones o llamadas antes del sábado 8 de octubre, día en el que el comité regional del PSC tiene previsto ratificar (o no) la "ruptura" anunciada por el secretario de Organización, Julio Cruz, tras la reunión del pasado miércoles.

Frente a estos socialistas que tienden puentes, dirigentes relevantes en Tenerife, como el presidente de la gestora y otros, insistieron ayer en que el partido no ha adaptado una postura con dobleces y que dan por roto el pacto y culpan sin ningún atisbo de duda a CC.

Bien distinta es la visión y temores de algunos del llamado sector crítico, que abogaban por romper el miércoles y salir cuanto antes de las instituciones, pero que están cada vez más convencidos de que el pacto seguirá sin cambios o muy pocos, quizás una censura en Icod o Tacoronte, y no en La Laguna, aunque ahí los grupos progresistas mantienen contactos.

CC confía en una renegociación a tiempo

El portavoz de CC en el Parlamento, José Miguel Ruano, sí hizo declaraciones ayer y, aunque no disimuló cierta incertidumbre e incomprensión sobre qué ha decidido realmente el PSC tras su ejecutiva, mostró su confianza en que el tiempo que transcurrirá hasta el comité regional que decidirá definitivamente sirva para calmar los ánimos, otorgar perspectiva y convencer a los socialistas de la conveniencia de no romper el pacto. Eso sí, no desaprovechó la ocasión para mostrar su sorpresa y malestar por lo dicho por Lavandera sobre la necesidad de que se vaya Clavijo o Dávila. A su juicio, se trata de unas afirmaciones impropias de un portavoz parlamentario socio de gobierno. Aunque no lo dijo, está claro que CC no contempla ni en una realidad paralela una situación como esa. Además, Ruano también insistió en que el secretario de Organización del PSC, Julio Cruz, ha contribuido mucho a la situación actual por sus conversaciones con su homólogo de CC, José Miguel Barragán. Sobre este, que le ha pedido al partido distanciarse ahora de la primera línea, dijo que no tiene motivos para dimitir por sus esfuerzos para evitar la censura. No obstante, su mensaje reiterado y clave fue que, para CC, no hay motivos para romper, pero sí para renegociar el acuerdo en cascada y, dados los incumplimientos y fracasos de ambos partidos, dejar la municipalidad fuera del paraguas.

En sectores de CC crece el optimismo sobre el pacto

Más allá de lo dicho por la mañana por Ruano, otras fuentes de CC señalaron ayer a El Día que el tiempo que se ha dado el PSOE es, en el fondo, una buena señal en pro del mantenimiento del pacto. Según estos dirigentes, de gran trayectoria e influencia actual, al final pesarán los intereses generales para seguir con un acuerdo que es "el mejor" para las Islas. Además, y de romperse a escala del Gobierno, tal y como temen algunos en el PSC, no creen que eso se traslade, por ejemplo, a islas como La Palma, Fuerteventura y Lanzarote, aunque en este último caso se dan más dudas en estas fuentes nacionalistas y algunas de los críticos del PSC, que también creen que CC optaría por el PP en La Palma.

Hernández optó por renegociar estos días

Varios integrantes de la Ejecutiva del PSC, que culpan al entorno de la vicepresidenta de la filtración de parte de las intervenciones que se dieron el miércoles, aseguraron ayer a El Día que Patricia Hernández reconoció su pérdida de confianza en piezas claves de CC y en el propio seno del Gobierno, pero defendió luego intentar renegociar con cambios por parte de los nacionalistas que puedan hacer que el PSOE se replantee la ruptura. El sector crítico considera que intentó contentar a los alcaldes del Sur (con Pedro Martín, de Guía de Isora, presente), pero que, finalmente, se esforzará por no romper, contrarrestando la reacción en el Sur con los perjuicios de una salida de los gobiernos en tantas instituciones.

La influencia de la situación del PSOE

Como hiciera Ruano por la mañana y, ya por la tarde, CC en un comunicado, en el que insistía en que no hay razones para romper y sí para apostar por la mesura y la estabilidad, los nacionalistas están teniendo muy en cuenta la situación de casi implosión que vive el PSOE a escala nacional. En su opinión, un motivo más para que prime la moderación y no se rompan los gobiernos. En el PSOE son perfectamente conscientes de que lo que pasa en Ferraz puede influir mucho en Canarias y se da por hecho el acercamiento de Hernández a Susana Díaz (aunque en su día apoyó a Madina). Díaz le habría pedido que, al menos, congele la ruptura, mientras el sector crítico no descarta que Hernández acabe siendo desbancada en el gobierno por otro socialista (Carolina Darias, por ejemplo).