Luisa Hernández, vecina de Los Majuelos, recibió el pasado 3 de agosto una carta que le ha cambiado la vida. Su origen, la Gerencia de Urbanismo, y su razón, instarla a la "reposición/demolición" de buena parte de su vivienda, ubicada en la calle San Sebastián y que fue construida hace décadas sin permiso.

La historia de Luisa es la de una época y las edificaciones que se realizaron sin contar con las licencias pertinentes. Construida por su padre hace en torno a 40 años, ella se la compró después, y asegura que durante años ha pagado tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o los suministros de agua y luz.

En esencia, lo que pide es ayuda para tratar de mantener su propiedad, donde vive con sus hijos. Y es que el escrito que ha recibido es categórico: "Se le requiere nuevamente para que en el plazo de un mes reponga el inmueble al estado inmediatamente anterior a la comisión de la infracción, con la advertencia de que, de no proceder en tal sentido, esta administración procederá a iniciar los trámites pertinentes para la ejecución forzosa, y que supondrán necesariamente la demolición de lo ilegalmente construido mediante la ejecución subsidiaria".

Según explica, en 2012 ya tuvo que sentarse con Urbanismo, pero afirma que le acabaron diciendo que el problema se resolvería. No obstante, otra vez tiene la demolición como espada de Damocles.

Su preocupación se ha acrecentando durante las últimas semanas al ver el derribo como una opción real y, en buena medida, al no poder afrontar los varios miles de euros que, expresa, costaría el desarrollo de unos proyectos arquitectónicos que le han dicho que podrían ser el remedio -aunque tampoco tiene la certeza- para una situación con casos comunes en zonas obreras, donde la autoconstrucción se convirtió en habitual (y años después en un problema).

Un inmueble de hace varias décadas y por el que paga impuestos

El domicilio de Luisa Hernández se sitúa en la calle San Sebastián. Construido hace varias décadas, de grandes dimensiones y objeto del pago de tributos, cuenta con locales en la parte baja, mientras que en la superior está la vivienda, que, de no lograr una solución, tendría que demoler./ ángel hernández

El consistorio dice que el derribo no es inminente

Fuentes oficiales del Ayuntamiento de La Laguna apuntan que, pese a la comunicación recibida por la vecina, el derribo no es inminente, sino que queda espacio para tratar de buscar fórmulas para no llegar al desenlace temido por la propietaria. No en vano, tras la consulta de este periódico, exponen que se le asesorará sobre las posibles maneras que existen para la legalización de la vivienda.

Al margen de las reuniones que se mantuvieron con ella años atrás -sobre las que Luisa Hernández asevera que le dijeron que todo se resolvería sin necesidad de más trámites-, desde el consistorio agregan que en los últimos días se ha retomado el contacto para abordar la situación de este inmueble y que disponga de esa información necesaria.