"Siento vergüenza por tener que hacer público lo que ha ocurrido porque este es mi barrio en un doble sentido: en primer lugar, soy vecino, y, por otro lado, aquí tiene su sede la asociación". Así se manifestó ayer Nelson Concepción, presidente de la ONG Sonrisas del Suroeste, que ayuda a 589 familias (1.887 personas) y ha sufrido los efectos de tres actos vandálicos el mes pasado, todos centrados en el camión que le donaron el pasado 3 de septiembre".

"Dos días después, el 5 -relata- el furgón estaba aparcado frente a nuestra sede en el Centro Cultural de Santa María del Mar, calle Chirama 100. Alguien forzó las puertas y desvalijó el interior. No se llevaron nada, pese a que había género de valor como el sistema de apertura del vehículo. Lo tiraron todo a los jardines cercanos. Eso no fue un robo, sino pura maldad".

Durante dos años, desde 2014, la ONG "ha batallado por tener la señalización, adecuada lo cual agradecemos a la actual concejala de Seguridad, Zaida González. Hay línea amarilla y señal de prohibición de aparcar durante nuestras labores de carga y descarga, además de tener nuestro logo claramente identificado en los lados del propio camión.

Concepción añadió: "La policía me preguntó si tengo enemigos y les dije que no. Me llevo bien con todo el mundo, incluidos mis vecinos. Tal vez los únicos perjudicados sean quienes llevaban antes el reparto de alimentos, en mi opinión (y la de muchos otros) de manera irregular y negligente".

La segunda acción vandálica se produjo el viernes 16, coincidiendo con el inicio de las fiestas patronales. "El cuadro de mandos de la plancha hidráulica, una especie de armario, explica, apareció destrozado. Lo manipularon de manera brutal con los cierres opuestos y lo rompieron".

Después de estos hechos, Concepción se reunió con los voluntarios y decidieron no denunciar. Pero el pasado lunes 26 "pincharon las dos ruedas delanteras, que dan a un jardín, lo cual les permitió hacerlo sin ser vistos. Fue el tercer acto vandálico en un mes y la gota que ha colmado el vaso".

El presidente de la ONG advierte: "Me han llamado para ceder un espacio cerrado donde poder aparcar el vehículo, pero me he negado porque el camión tiene que estar donde está".

"Hemos tenido que suspender algunas acciones, apuntó, porque esto nos ha originado un evidente trastorno. No se lo merecen ni nuestros voluntarios ni las muchas personas a las que ayudamos".

Concepción quiso dejar claro que "las asociaciones de vecinos del barrio, Ciudad Satélite y Alisios II, han estado muy pendientes y se han solidarizado con nosotros".

Y a modo de conclusión señaló: "Siempre hemos transmitido alegría y positivismo al publicitar los actos en beneficio de nuestros usuarios, familias y personas necesitadas. Por eso me parece muy triste tener que pasar de la posible presentación de un vehículo que nos han donado anónimamente para trasladar alimentos, ropas, juguetes o enseres a la denuncia pública de estos actos vandálicos".

"Una injusticia"

Sonrisas del Suroeste recibía el mes pasado el rechazo del IMAS a la subvención para el próximo ejercicio porque "no cumplíamos el preceptivo año de antigüedad. Este argumento ya lo usó el Cabildo en mayo de 2015 y lo aceptamos. Pero, y tenemos pruebas, nuestra constitución como ONG data de julio de 2014. Está todo registrado, tanto en el Gobierno de Canarias como en el ayuntamiento y Hacienda. Me dirigí al concejal de Asuntos Sociales por e-mail y le recordé que él mismo ha trabajado en nuestras acciones solidarias y debe de haber un error. No me ha contestado. Me asombra esta gran injusticia. ¿Quién revisa la documentación en el IMAS? Me está saliendo muy caro el viaje que hice a Bruselas con el PP".