Hace 10 años Slava''s Snowshow atrapó su curiosidad en Nueva York. Ocurrió por casualidad cuando Bradford West trabajaba de técnico de sonido para un espectáculo que se representaba en La Gran Manzana. "En cuanto lo vi tuve claro que yo quería estar en el escenario. Soy actor, pero mis primeros cometidos en el teatro fueron logísticos", señala uno de los payasos que actuarán en el Guimerá de la capital tinerfeña del 12 al 16 de octubre.

Tres meses tardó Bradford en cambiar su rol. "Es el mejor trabajo que puedo tener", asegura un profesional del clown que no sabe explicar con exactitud lo que ocurre durante los 60 minutos que dura cada función. "No es fácil contar lo que pasa, pero sucede...", incide sin abrir una posible división entre actores y espectadores. "No están ellos y nosotros, solo hay un escenario común en el que intercambiamos sensaciones", avisa sobre el proyecto artístico que desembarca este miércoles en la Isla. "No hay dos sesiones iguales porque siempre dejamos margen a la improvisación".

Aunque no renuncia a su condición de payaso, West si establece una diferencia importante con respecto al prototipo clásico. "No es el típico número que te puedes encontrar al pasear por la calle o durante una visita a un circo... Slava''s Snowshow es una imagen teatralizada del universo del clown. Una experiencia abierta e inocente que te puede hacer llorar y reír al mismo tiempo. Las emociones están vivas y nosotros decidimos jugar con ellas en colaboración con las personas que vienen al espectáculo", afirma el estadounidense justo antes de construir una frase impactante. "Queremos atrapar el alma del público".

Bradford es uno de los ocho payasos que actuarán en Canarias, una pieza más de un puzzle escénico en el que no existen las fronteras. "Hay compañeros de Estados Unidos, por supuesto de Rusia, de Reino Unido, de Francia y de España, aunque es un payaso ruso que curiosamente vive en Tenerife... Él es uno de los más altos", revela de un show que suma más de 6.000 representaciones y una difusión que afecta a más de cuatro millones de espectadores. Las raíces de Slava''s Snowshow están asociadas a la familia del Cirque du Soleil -Slava Polunin dio forma a este universo en 1993- y en la actualidad está señalado por la crítica especializada como el espectáculo de clown más prestigioso del mundo. "La magia consiste en transformar el gesto más pequeño en algo con un gran significado", explica Bradford.

Esta no es la primera vez que Bradford West visita Tenerife -su nombre estaba en los créditos de la gira que pasó por la Sala Sinfónica del Auditorio Adán Martín- y sigue convencido de que Slava''s Snowshow ha transformado su vida. "El placer de ver la magia que se genera en un teatro es una de las sensaciones más maravillosas que puede llegar a experimentar un actor. Jugar cada día, porque para mí esto no solo es un oficio, con el público es un gran reto", concluye West.

Bradford West

Payaso de Slava''s SnowShow