Riccardo Bridelli sonríe con la fuerza vital de un joven de 19 años. Sin más. Nadie ajeno a la historia vaticinaría que en la habitación 926 del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria se recupera, ya más de un mes después, un auténtico superviviente. Este joven italiano, natural de Gossolengo (Piacenza), formado en mecánica y practicante del mundo del pedal desde los seis años, a punto estuvo de cortar de raíz su trayectoria deportiva a principios del mes de septiembre durante la Vuelta Ciclista a la Isla de Tenerife. Un búho en su ventana escenifica la suerte que ha tenido por poder contarlo.

El componente del Pregnana-Team Scout, filial del Lampre, se precipitó por un puente de la carretera Vieja del Sur durante el segundo sector de la primera etapa de la Vuelta Ciclista a la Isla de Tenerife, en el punto kilométrico 57 de la TF-28, dentro del término municipal de Arico. Alrededor de 30 metros de caída presagiaron lo peor pero la oportuna acción de un guardia civil que recibirá un merecido reconocimiento próximamente y la posterior agilidad para el traslado y evacuación del deportista en helicóptero del GES evitaron un mal mayor. El joven recibe a El Día para hablar de aquel día en el que todo cambió para él.

¿Qué tal va la recuperación?

Bien, muy contento. Todo va mejor de lo esperado y bastante rápido. En unos días ya podré irme a Italia para que allí me operen la cadera. Al parecer el problema con la arteria [en el cuello] va mejorando y ya solo queda recuperarme bien de todo esto y estar con mi familia. Desde que llegue el médico de mi equipo, ya que es obligatorio que viaje conmigo para trasladarme en avión, nos iremos [su padre, que ha estado siempre a su lado, y él].

¿Qué recuerda del accidente?

Sinceramente de esos días apenas nada de lo que ha pasado, solo por lo que me ha dicho la gente y especialmente mis compañeros de equipo. Todos coinciden en que he salvado la vida. Bueno, me han salvado la vida porque sí que recuerdo algo de la cara del guardia civil... Y también de la contrarreloj de por la mañana. De resto, todo lo que he estado en el centro hospitalario.

¿Es consciente de que ha salvado la vida?

Por supuesto. Todo el mundo me dice que si hubiera tenido más años y mi constitución física no fuera la que es, igual no estaríamos hablando ahora de esto. Recibí golpes por todo el cuerpo, costillas fracturadas, el pubis, la rodilla derecha, los riñones, la nariz, la cara en general... Sí que puedo decir que el casco me salvó de algo peor, porque está hundido por la parte frontal.

¿Se aprende de una situación así?

[Sonríe... y afirma con decisión]. ¡La tolerancia al dolor! Piensas que he tenido mucho suerte, sin duda, y que a tu lado hay mucha gente que te apoya. Estuvo todo mi equipo y mi director -el exciclista profesional Alberto Saronni- desde el primer momento y mis padres y mi hermana. Sé lo que me ha pasado pero será con el paso del tiempo cuando sepa realmente algo más. Tengo que agradecer todo el respaldo que he recibido aquí, de los médicos y el personal del hospital, del Organismo Autónomo de Deportes del Ayuntamiento de La Laguna y también de la Federación Insular de Ciclismo de Tenerife.

¿Volverá Bridelli a la Isla?

Sin duda, ojalá pueda volver para correr y terminar la Vuelta. No puedo opinar de la carrera porque apenas pude disfrutarla, pero me habían hablado muy bien y además Tenerife se conoce mucho en Italia por las concentraciones que hacen muchos profesionales en El Teide. También me gustaría volver por este motivo, por la opción de ser profesional, que para mí es un sueño, y tener que preparar la temporada aquí. Mi padre [a su lado durante la entrevista] también dice siempre que cuando se jubile vivirá en Tenerife, así que todos estamos encantados con la Isla.