La Feria Tricontinental de Artesanía, que celebra el Cabildo del 29 de octubre al 6 de noviembre en el recinto ferial de Tenerife, contará con la presencia de artesanos de más de 25 países. Se trasladarán hasta la Isla desde los lugares más dispares del mundo para participar en este evento, en el que el arte y las tradiciones se presentarán ante un público exquisito, amante del buen hacer y de la pervivencia de las costumbres que, año tras año, enriquecen el acervo cultural de un pueblo.

Este es el caso de la ciudad de Oaxaca, México, que es conocida por el tallado en madera de alebrijes. Para enseñar qué son los alebrijes, cómo comienza su historia y cuál es el secreto que los ha hecho pervivir a lo largo de los años, han elegido al matrimonio formado por Jacobo Ángeles y María del Carmen Mendoza, artesanos productores de figuras zapotecas talladas en madera llamadas "tonas" y "nahuales", conocidos mundialmente como alebrijes.

En Oaxaca son muchas las familias que se dedican hoy en día a la labor artesanal de producir alebrijes. Se trata de fantásticas criaturas que tienen su origen en las piezas de madera y piedra producidas por los ancestros oaxaqueños que tallaron los "tonas". Entre ellas se encuentran estos artesanos de prestigio internacional, que utilizan en sus piezas la iconografía mixteca-zapoteca, en un estilo único que han desarrollado, con el objetivo de dar a conocer su cultura indígena a partir de las figuras que crean.

Han fundado una escuela taller en la que trabajan más de 100 colaboradores, de todas las edades, en las áreas de tallado, resanado, pintado, administración y ventas. Conforman una comunidad que se esfuerza todos los días por ser los mejores en su campo, desarrollándose y aprendiendo las mejores técnicas artesanales de producción de figuras zapotecas talladas en madera. Siempre hay espacio, también, para la imaginación y la creatividad en las propuestas de tallado y decoración.

El taller de Jacobo y María se ha convertido en el rescatador de los "tonas" y "nahuales" tallados en madera y decorados con motivos prehispánicos, que son conocidos por el mundo entero como alebrijes. Y ahora vienen a Tenerife, a mostrar en todo su esplendor la riqueza y la historia que guardan cada una de sus creaciones.

Historia de los alebrijes, tonas y nahuales

Los alebrijes nacieron con Pedro Linares, cartonero de profesión, en la Ciudad de México, en la primera mitad del siglo XX. Una artesanía hecha en cartón y papel maché, con base de alambre, sobre la que pintaba en colores alegres y vibrantes. Destacan por los motivos que representaba: seres como quimeras a la mexicana, tales como burros con alas de mariposa, gallos con cuernos de toro, leones con cabeza de águila o de perro.

Años después, en Oaxaca, donde el tallado de la madera era un oficio complementario a la labor del campo, se comenzaron a tallar estas figuras en madera de copal y a pintarlas con anilinas, haciendo suyos los antiguos modelos y creando a partir de ellos otros originales alebrijes nunca usados antes, a los que la gente comenzó a llamar "alebrijes de Oaxaca". Fue tanto el éxito que tuvieron, que familias enteras comenzaron a dedicarse a la producción de dichas criaturas. Manuel Jiménez Ramírez, originario de la región de Oaxaca, es considerado el creador de los alebrijes oaxaqueños. A él se debe la introducción en sus piezas del concepto de "nahual", que representa a un animal fusionado con el ser humano. Es el protector, el que define la personalidad dependiendo del año y el día en que se nace. Mientras que los "tonas" son los 20 animales que representan el calendario zapoteca.

Oaxaca ciudad cultural

La ciudad de Oaxaca de Juárez, en México, constituye una excelente muestra del urbanismo colonial español, lo que la hizo merecedora de adquirir el título de Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la Unesco en 1987 junto a Monte Albán, sitio arqueológico muy cercano a esta ciudad. La solidez y volumen de los edificios del casco histórico de Oaxaca son verdaderas joyas arquitectónicas. Destacan los de carácter religioso como la catedral de Oaxaca o el ex convento de Santo Domingo de Guzmán, convertido en museo regional; las iglesias de Nuestra Señora de la Soledad, San Francisco, San Agustín, San Felipe Neri, San Juan de Dios o el Templo de la Compañía de Jesús, y edificios civiles como el mercado Benito Juárez, donde se puede disfrutar de la excelente gastronomía de la región o el teatro Macedonio Alcalá, junto a la edificación civil de la Calle Alcalá.