Su apellido parece cosa del destino, pero su presencia en Tenerife tiene básicamente un motivo: relanzar el centro de producción de Mahou San Miguel en Candelaria. Un centro que, en 12 años, ha llegado al 80% de su potencial de producción y que cada vez se conoce más. Ángel Chicharro Sevilla lo dirige y se muestra optimista por su presente y futuro.

¿En qué consisten los proyectos que desarrollan ahora?

Hay muchos. Durante 2015, invertimos unos 270.000 euros, divididos en 8 proyectos encaminados a la sostenibilidad y eficiencia de la fábrica y de mejora de sus procesos productivos. En los últimos 10 años, hemos invertido en este centro de producción 9,2 millones de euros.

¿Y todo con la meta de...?

Adaptarnos a las necesidades del mercado, a lo que nos pide el cliente y, sobre todo, adaptar procesos.

¿El mercado en Canarias es muy diferente al de otros sitios?

Por mi experiencia de dos años aquí, Canarias es un mercado distinto al de Península...

¿Incluso impenetrable en algunas zonas y costumbres?

No exactamente, hay cuestiones logísticas complicadas y dependemos mucho también de los turistas que vienen.

¿Cuál es el perfil del consumidor de cerveza en las Islas?

Hay de todo: un consumidor local acostumbrado a un producto típico y elaborado en Canarias, y por eso aportamos canariedad...

¿Ese consumidor es menos flexible a la hora de cambiar?

Está abierto a probar nuevos productos y, poco a poco, estamos penetrando y se nos valora el hecho de producir aquí. Tras 12 años, se nos conoce cada vez más y se nos identifica como algo canario.

¿Qué cifra de empleados tienen?

En Canarias, 60, y en este centro de producción, justamente 39.

¿Con previsión de expansión?

Trabajamos para poder atender todo el volumen del mercado posible, optimizando los procesos y, si hay que crecer en plantilla, lo haremos, claro. De hecho, estamos comprometidos con el empleo local y tenemos convenios con las universidades para contratar a universitarios, para que se den a conocer o hagan sus prácticas.

¿Tienen dificultades para llegar a ciertos núcleos por la orografía?

Intentamos llegar a todos lados, aunque es más difícil en zonas de acceso complicado. Ahora tenemos un foco muy importante de consumo, que es el sur, y, poco a poco, estamos entrando en el norte, que es el mercado más local.

¿Cambian de hábitos los muchos turistas al beber cervezas o no?

Están abiertos a probar, aunque nuestro principal bastión en el sur es nuestra San Miguel, ya que el turista inglés conoce la marca y la valora al llegar. Pero, poco a poco, estamos trabajando más ahí con Mahou, Alhambra, Reina...

¿Cuáles son las fortalezas de la empresa en Canarias y las debilidades que intentan corregir?

La calidad de nuestros productos. Trabajamos por ella y por la cercanía al consumidor. Por eso tenemos el centro aquí, para dar un producto lo más refrescante posible. Nuestro bastión también es ser una empresa internacional: más del 70% de la cerveza que se consume fuera del país la produce Mahou San Miguel y ese conocimiento mundial nos da fortaleza aquí. Además, estamos muy ligados a la gastronomía. Por tanto, tenemos producción local, relevancia internacional y apoyamos la gastronomía y hoteleros.

¿Han penetrado bien en toda la hostelería, sector clave, o se han topado con mucha competencia?

Pero la competencia es buena, y no hemos tenido grandes dificultades para entrar. Hay casos puntuales, pero la penetración está siendo buena; tiene sus ritmos, pero debe haber espacio para todos...

¿Cuántas botellas producen aquí al año en este centro?

Tenemos una capacidad de producción de 225.000 hectolitros y estamos en unos 180.000...

¿Cómo ha sido la evolución?

Desde que nos instalamos en Candelaria, hemos crecido un 80% y seguimos la tendencia...

Pero, ¿llegarán al 100%?

Tenemos capacidad y, además, podemos ampliar estas instalaciones y superar esa producción.

Al ser un mercado difícil, ¿han aplicado técnicas muy diferentes?

Algunas experiencias a escala nacional nos han servido y hemos adaptadas otras. No obstante, trabajamos muy cerca del mercado local y regional en Península: cada zona tiene su idiosincrasia...

Pero aquí hay un salto...

Sí, claro. De hecho, lo que producimos aquí es lo que llevamos a toda Canarias, con las dificultades logísticas de ser islas...

Con perspectiva, ¿han cumplido las expectativas en las Islas?

Sí; hubo un pequeño parón con la crisis, pues, al fin y al cabo, se trata de un producto de gran consumo, pero ligado a la economía familiar y el ocio, pero ahora cumplimos objetivos y el plan trazado.

¿Y usar Canarias como plataforma de expansión: África...?

África nos ha interesado siempre, pero, de momento, no podemos ir como nos gustaría. Si se da una opción, la aprovecharemos.

¿En la calle nota que los conocen, que saben que están aquí?

Trabajamos para eso, y sí, cada vez nos conocen más. Inauguramos hace 2 años un circuito de visitas y nos visitan 500 personas al año. Somos canarios y apostamos por esta región: colaboramos con premios gastronómicos provinciales y valoramos a los restauradores.