El pleno del Congreso ha aprobado hoy, con el apoyo del PP, PSOE y Ciudadanos, la abstención de Podemos, ERC y PNV y sin votos en contra, la reforma electoral destinada a evitar que unas hipotéticas terceras elecciones se celebren el día de Navidad, como ocurriría si fracasa la investidura de Mariano Rajoy.

La reforma, que ahora pasará al Senado y que estará aprobada definitivamente antes de que acabe el mes de octubre, reduce de 54 a 47 días el plazo que discurre entre que se convocan las elecciones y la cita con las urnas y deja en ocho días la campaña electoral, lo que llevaría esas terceras elecciones al 18 de diciembre.

Más allá de esa fecha, la reforma agiliza plazos y requisitos tanto para la administración como para la candidaturas que quieren concurrir a los comicios y los españoles residentes en el extranjero no tendrán que volver a solicitar el voto.

Además, el texto aprobado ha acordado dejar en la mitad el límite máximo de gasto electoral en el que pueden incurrir los partidos durante la campaña y recortar en un 30 por ciento las subvenciones que reciben las candidaturas por votos y escaños, gracias a un acuerdo de PP, PSOE y C''s.

Por contra, en la votación no ha salido adelante una enmienda de Ciudadanos -apoyada por Podemos- que proponía que se hiciera un único envío de las papeletas, ni tampoco una batería de enmiendas de ERC y Unidos Podemos que apostaban por una profunda reforma del sistema electoral, como el derecho al voto a partir de los 16 años.

Unidos Podemos proponía un Congreso con 400 diputados para mejorar la representatividad, suprimir el voto rogado para los españoles residentes en el extranjero y que los ciudadanos de la UE, además de poder votar en las elecciones municipales, pudieran ser elegidos.

Por su parte, ERC reclamaba suprimir la jornada de reflexión, así como la prohibición de publicar encuestas en los últimos días de campaña por ser, a su juicio, preceptos "anacrónicos".

En defensa de la iniciativa, el popular Juan Carlos Vera ha rechazado que el PP tenga la culpa de que unas terceras elecciones pudieran ser el 25 de diciembre porque esa coincidencia no se debe a la fecha elegida para la investidura -ha defendido- sino "por la situación de bloqueo que estamos viviendo".

Después, ha apelado al "consenso" para sacar adelante estos cambios legislativos porque aprobarlos supone un ejercicio de "responsabilidad" que proporciona una "solución eficaz" para el futuro y reduce los gastos electorales "de manera significativa".

Ha sido crítico con Podemos y ERC por haber querido aprovechar esta modificación "puntual" para darle la vuelta a la Ley Electoral.

"Además de desnaturalizar nuestra propuesta, es una falta de cortesía, aunque ya sé que a algunos les trae al pairo" porque su único objetivo es atacar al PP, ha insistido Vera.

Reproches que han llegado también desde el PSOE, que ha acusado a Podemos y ERC de intentar darle la vuelta a todo el sistema electoral en apenas 24 horas en una "pose populista más para la galería" que trata, además, de "engañar" a los ciudadanos "a golpe de titular".

El socialista Gregorio Cámara ha defendido una reforma "pertinente y razonable" que pretende evitar unas elecciones que nadie desea en época navideña y que reduce de forma considerable el coste de las campaña de elecciones que se repiten por falta de acuerdo de gobernabilidad.

También en apoyo de la reforma, Nacho Prendes de Ciudadanos se ha felicitado de que se haya aceptado su propuesta de reducir los gastos electorales pero no su enmienda para que toda la propaganda electoral llegue a los hogares en un único envío con el que ahorro que supondría.

Tanto Prendes como Albert Rivera, creen que este amplio consenso demuestra que los tiempos "están cambiando" y que el nuevo escenario parlamentario abre un tiempo para el consenso y el diálogo.

Consenso entre estos tres partidos que ha sido criticado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha lamentado que el PSOE se entienda con el PP y vaya a apoyar la semana que viene la investidura de Mariano Rajoy.

También ha lamentado que los socialistas no hayan apoyado sus enmiendas que buscan mejorar la proporcionalidad del sistema electoral y evitar, por ejemplo, la "minoría de bloqueo" de la que disfruta el PP en el Senado.

Críticas también del portavoz de ERC, Joan Tardá, que considera que, una vez que el PP había abierto el "melón" de la ley electoral, era momento para "sacar algún provecho" e incluir reivindicaciones históricas de su partido.

Tardá ha lamentado también que el PSOE no haya aceptado su enmienda para suprimir la jornada de reflexión o la prohibición de publicar encuestas en los últimos días de campaña porque eso "no cuesta dinero".

El PNV, que también se ha abstenido a la reforma electoral, ha criticado que la reducción de los gastos electorales vaya a afectar más a los partidos pequeños que tienen menos espacio en los informativos televisivos y se ven obligados a hacer un mayor esfuerzo en cartelería o vallas.