En el debate sobre las inversiones en Obras Públicas para Tenerife algunos pretenden hacer creer a los ciudadanos que la posición del Cabildo de Tenerife está atrincherada en la beligerancia extrema y la intolerancia. Lo único que pretendemos es responder a una demanda de miles de ciudadanos de esta Isla que se enfrentan a diario a unas colas que no se producen en ningún otro territorio de Canarias. La reflexión debe ser mucho más profunda si tenemos en cuenta la posición del Cabildo en el contexto económico regional en los últimos tiempos. Desde esta Corporación hemos sido extremadamente solidarios con el resto de Islas porque consideramos que debemos ayudar a las islas y a los ciudadanos que sufren más dificultades aunque esto haya supuesto aceptar menos recursos para las islas más pobladas y pongo algunos ejemplos.

Solidarios en el reparto de los recursos del FDECAN. Este Cabildo ha aceptado recibir un 25% de los recursos del Fondo de Desarrollo de Canarias cuando por población y tamaño, nos correspondía casi un 40%. Cada euro que ponen los herreños les permite obtener una inversión del Gobierno de Canarias 10 veces mayor que el euro que ponen los tinerfeños.

Solidarios con los fondos del REF porque defendemos una mejor educación, la sanidad o la dependencia. Aceptamos que en el reparto de los fondos del REF, el Gobierno nos restara a las islas y a los municipios más de 20 millones al año para financiar servicios esenciales como la educación, sanidad o dependencia en toda Canarias.

Solidarios para mejorar la sanidad. Aceptamos financiar las obras del hospital del Sur con dinero exclusivamente de los tinerfeños para cubrir una demanda histórica, la más perentoria, la más urgente, sin tener claro cómo se devolvería esa cantidad y sin perjudicar de este modo el presupuesto de un área tan importante y con tantas demandas en las islas, demostrando así nuestra confianza en la Comunidad Autónoma. Y lo seguiría haciendo porque tampoco voy a permitir que sigamos esperando por un escáner en el Hospital del Norte o que para un tratamiento contra el cáncer haya pacientes que tengan que recorrer 80 kilómetros. Estoy en política para solucionar los problemas y cualquiera que tenga otros intereses se va a encontrar con este presidente enfrente, sea del partido que sea.

Solidarios ante el desequilibrio en carreteras. Aceptamos que el desequilibrio pasado, presente y futuro en las obras entre islas, donde Tenerife sale claramente maltratada, se revierta con recursos nuevos y no con una redistribución de los gastos ya comprometidos en carreteras en otras islas. Miramos hacia adelante y dimos por bueno el gasto comprometido en la consejería que nos sitúa frente a la otra isla capitalina con 85 millones menos de inversión en diez años. Y lo hicimos solo pidiendo a cambio que en el nuevo gasto disponible, si se llega a cerrar un nuevo convenio de carreteras, se trate con equidad a Tenerife y se licite la obra de Las Chafiras con nuevos recursos. ¿Cuál ha sido la respuesta de la consejera de Obras Públicas? El silencio.

Solidarios para finalizar el Anillo Insular. Aceptamos financiarlo en el año 2014 con 4 millones de euros, lo que permitió reiniciar las obras en el tramo sur. La respuesta de la Consejería fue incumplir el plazo de finalización de la obra, que a fecha de hoy sigue teniendo problemas que impiden que finalmente sea entregada. Para más inri, desde Obras Públicas se atreven a afirmar que el Cabildo ha incumplido otros compromisos de aportaciones. Mientras que a Tenerife se nos exigió aportar esas cantidades a fondo perdido, la Consejería aceptaba que el Cabildo de Gran Canaria aportara 15 millones en calidad de préstamo (a devolver) para obras en su isla.

Somos solidarios y lo seguiremos siendo porque es mucho más lo que nos une con el resto de islas que lo que nos separa. Y también entre los partidos, estoy convencido de ello. Somos solidarios pero no tontos.

Desde hace años venimos padeciendo interminables colas en nuestras dos principales arterias de comunicación: la autopista del Norte y la del Sur. Nunca he dicho que sea un problema de esta Consejería de Obras Públicas que dirige el PSOE. También lo fue cuando dependía de CC. Lo que he dicho y reitero es que esta Consejería no ha sido diligente en afrontar la solución de un asunto que es de su competencia. Un asunto que afecta a miles de personas todos los días y que se agrava con el paso del tiempo.

Alguien de buena voluntad podría pensar que se trata de un problema de dinero. Que Obras Públicas se encuentra limitada por sus presupuestos escasos. Pues bien, el Cabildo de Tenerife, en un acto más de solidaridad para solucionar el problema, se ofreció a pagar y hacer las obras imprescindibles y urgentes de las carreteras de nuestra isla. Como hicimos en Sanidad y como hacemos en materia de empleo o dependencia. Nos ofrecimos a aportar recursos propios del Cabildo y a fondo perdido. Sin que el Gobierno tuviera que devolvérnoslo. Sin pedir nada a cambio. Solo tenían que autorizarnos a la ejecución de estas obras porque las carreteras son competencia autonómica y no insular. La respuesta, a día de hoy, ha sido negativa. No nos dan dinero pero tampoco nos dan permiso porque ellos tienen las competencias.

Estos días muchos se han sorprendido de mis palabras y de mi calentón. No es normal en un carácter como el mío, más tranquilo y racional. Si transmito indignación es que estoy realmente indignado. Y lo estoy por la forma en que se trata a una Isla que no se lo merece. Porque los ciudadanos no han confiado en nosotros para que miremos a otro lado mientras ellos sufren una situación injusta y arbitraria.

Estos son los hechos y no las palabras. Las razones de Tenerife. Esta isla y este Cabildo tienen el derecho y el deber de reclamar justicia y equidad. Como bien hicieron otras Islas de Canarias que sacaron la gente a la calle para defender una universidad o luchar contra pozos de petróleo. Todos tenemos el mismo derecho y el mismo deber.