El presidente del Parlamento de la región belga de Valonia, André Antoine, aseguró que ésta no respaldará la firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA) hoy, cuando vence el plazo dado como ultimátum por Bruselas a la mitad francófona de Bélgica.

"No será posible cumplir con el ultimátum", aseguró Antoine en unas declaraciones a la cadena Bel RTL, recogidas por el diario Le Soir.

"Queríamos transparencia, queremos que la democracia sea respetada", añadió Antoine, quien criticó una falta de transparencia global de los tratados comerciales europeos.

No obstante, el político valón reconoció que en este caso se han hecho muchas concesiones y que nunca un acuerdo comercial ha "progresado tanto", pero añadió que esto "no es suficiente" para que la firma reciba el respaldo de Valonia.

Según indicó a la cadena pública francófona RTBF un portavoz del primer ministro belga, Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, le ha trasladado que Bélgica tiene de plazo hasta hoy por la noche para pronunciarse sobre el acuerdo, en vista de la cumbre UE-Canadá prevista para este jueves en Bruselas con objeto de firmar el tratado, cerrado ya hace dos años.

Los contactos han proseguido durante este fin de semana para tratar de lograr un compromiso que satisfaga a Valonia, región con competencias en materia de política comercial internacional, que debe conceder los poderes al Gobierno federal belga para que respalde la firma del acuerdo.

Valonia, que cuenta con 3,5 millones de habitantes, considera el principal problema el mecanismo de tribunales incluido en el acuerdo para mediar en conflictos entre estados e inversores, ya que cree que ese sistema restaría poder a las jurisdicciones nacionales.

La situación del CETA, que lleva preparándose siete años, es un duro revés para la política comercial de la Unión Europea en un momento en el que el bloque atraviesa una serie de crisis que han elevado la incertidumbre sobre el proyecto, del que Reino Unido está en camino de desvincularse.

La oposición ciudadana a los tratados de libre comercio ha ido creciendo en los últimos meses, hasta el punto de movilizar a miles de personas en diferentes ciudades europeas para manifestar su preocupación por que se conceda demasiado poder a multinacionales y se rebajen los estándares de protección comunitarios.