Cuatro años en la NBA no fueron suficientes para Sergio Rodríguez, que regresó a España con una espinita clavada. Es un ganador y un base capaz de evolucionar para adaptarse a las necesidades que van surgiendo. Siempre acaba jugando, resultando decisivo en su equipo y en la selección española, con la que logró una medalla de bronce en Río 2016.

Entonces, con 30 años, aparece una segunda oportunidad de brillar en la liga más importante del planeta. Philadelphia 76ers se cruza en su camino una década después y el tinerfeño acepta el desafío. "Estoy muy contento de vivir esta experiencia tanto a nivel profesional, ya que tenía muchas ganas de volver a jugar en la NBA, como en lo personal", defiende Chacho al que su rendimiento en los Juegos Olímpicos le ha servido "para ganar confianza" en su llegada Filadelfia.

Apenas lleva un mes a las órdenes de Brett Brown, pero las ideas básicas ya están. Los Sixers jugarán un "baloncesto alegre" y tienen el objetivo de dar un paso adelante en la Liga, siendo conscientes de que cuentan con una plantilla muy joven. El estreno de Joel Embiid, que llevaba dos años en el dique seco, abre una puerta a la esperanza. Aunque muchos seguidores de la franquicia de Pennsylvania recibieran un duro batacazo con la lesión de Brett Simmons, que podría estar de baja más allá del mes de enero. El número 1 del draft es considerado por algunos expertos como el sucesor de Lebron. Pesada carga en la mochila.

Mientras, Darijo Saric y los interiores Okafur y Embiid llevarán el peso bajo la dirección de Sergio, que peleará por el puesto de base titular con Jerryd Bayless. La lesión de este, que se perderá al menos dos semanas por una lesión en el ligamento de su muñeca izquierda, le permitirá tomar cierta ventaja. Ya en el último encuentro de pretemporada disputó 26 minutos y protagonizó unos números prometedores: 13 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias.

Su momento llegará en la madrugada del miércoles al jueves (1:00) en el Wells Fargo Center, enfrentándose a Oklahoma City Thunder. Atrás quedarán sus experiencias en Portland Trail Blazers, Sacramento Kings y New York Knicks (previo paso fugaz por Houston Rockets). Levantar al peor equipo de la NBA será su reto colectivo. El individual pasa por contagiar el "chachismo". De momento, ya cuenta con fans tan selectos como Will Smith.

El adiós a Europa, donde ha sido capaz de ganar tres Ligas, cuatro Copas, tres Supercopas, una Euroliga y una Copa Intercontinental con la camiseta del Real Madrid, es también un hasta luego a la selección española. "Queda mucho", dijo esta semana cuando le preguntaron por el Eurobasket.