La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha advertido hoy al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de que el límite de lo que uno considera que ofende o no al honor lo pone uno mismo, y le ha recordado que él ya fijó ayer el suyo desde la tribuna del Congreso.

Con esa reflexión Sáenz de Santamaría se ha referido así, al ser preguntada en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, por la decisión de Iglesias y otros diputados de Unidos Podemos de abandonar ayer por unos minutos el hemiciclo, en protesta porque no le habían dado un turno de réplica por alusiones.

El incidente se produjo tras el turno del portavoz del PP, Rafael Hernando, quien al final de su intervención arremetió contra Iglesias por haber llamado por la mañana "delincuentes en potencia" a los ''populares''.

Hernando le acusó a su vez de "usar el nombre de España para ponerse a la venta de dictadores", Iglesias pidió replicar y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, no le dio la palabra.

"No sé los motivos le llevan a Podemos a que le irriten determinadas cuestiones", ha señalado la vicepresidenta del Gobierno sobre este episodio.

De su experiencia parlamentaria, ha aprendido que "el límite de lo que uno considera que ofende al honor o no lo pone uno mismo". "Y dado que Pablo Iglesias lo tiene donde lo tiene, le va a servir para él y para todos los demás", ha advertido.

Para Sáenz de Santamaría, cuando una persona considera que determinadas cosas a ese nivel ofenden al honor, tiene que pensar que él también ofende a los demás con sus palabras.

En este contexto, ha recordado que Iglesias ya ha dejado sentado en la tribuna lo que él considera que afecta al honor. "Sólo le pido que lo aplique a los demás, porque así nos entenderemos mejor y tendremos que pedir menos turnos", le ha reclamado.

Respecto a si el referente de la oposición será el PSOE o Podemos, Sáenz de Santamaría ha opinado que cuando un partido se limita a exponer críticas y no ofrece alternativas "su labor de oposición está mermada".

Cree la vicepresidenta que la labor de oposición, además de oponerse si se estima que lo que está haciendo un gobierno no es bueno para los intereses generales del Estado, también es intentar dialogar y negociar, proponiendo una alternativa a lo que se critica.

Tras subrayar que cuando un partido quiere llevar a cabo proyectos es bueno estar en el gobierno más que en la oposición, ha precisado que ya cada uno ha decidido sobre las diferentes propuestas que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó desde las elecciones del 20 de diciembre.