El roedor más grande del mundo también vive en el Puerto de la Cruz. El capibara puede llegar a pesar 60 kilos y medir hasta 1,3 metros de longitud y unos 60 centímetros de altura. Aunque es originario de Sudamérica, dos ejemplares de este peculiar animal pueden verse en Loro Parque desde el año 2012.

Este animal vive en zonas de Panamá, Argentina, Bolivia, Brasil o Venezuela, entre otros, y destaca por su constante presencia en el agua, donde se mueven muy bien. Cierran sus orificios nasales para realizar un buceo de apnea muy largo. Suele estar escondido y en el agua, y presenta un perfil muy plano de cabeza, nariz por la parte alta, y a veces ni se ve entre las plantas acuáticas.

Su adaptación al medio acuático es tal que tienen un pliegue que cierra el conducto auditivo cuando se sumergen. Disfrutan buceando, y en Loro Parque la visión subacuática que tienen los visitantes hace las delicias de cualquier amante de los animales, porque se puede ver cómo se mueven y cómo corren debajo del agua.

Los capibaras viven en Loro Parque en un hábitat mixto que comparten con coatís y los osos hormigueros, dado que uno de los objetivos es promover una interacción normal y semejante a la de la naturaleza.

El biólogo de Loro Parque Fundación, Rafael Zamora, destaca que "sorprende ver cómo la población de algunas zonas de Brasil los cuida. En Campo Grande cruzan por la carretera con normalidad y los coches se paran para dejarlos pasar. Sin embargo, las ciudades han fragmentado sus hábitats, y este es uno de los grandes problemas para su futuro".

A los capibaras les gusta el calor, y el verano es su estación para la fase de cortejo. En este momento se coloca en la típica postura a dos patas en posición de vigilancia.

Zamora explica que en Sudamérica el capibara se usa en ocasiones como animal de compañía. "No obstante, como la mayoría de los animales exóticos, no es recomendable tenerlo como mascota en casa, dado que necesita de unas determinadas condiciones que difícilmente se pueden mantener. El capibara tiene unos dientes poderosos y pueden romper todo, como por ejemplo muebles, y además hay que darle trozos de madera para promover el desgaste natural de los dientes. La zona acuática es fundamental, y con una bañadera no se soluciona", explica.

El chigüire, como se le llama en Venezuela, es conocido por los indios guaraníes como "el señor de la hierba".