Las leyes físicas sostienen, y así está probado empíricamente, que el agua es un buen conductor de la corriente eléctrica, como también lo es de sensaciones positivas, caso de la alegría.

Así lo anuncia la carpa que se ha instalado en la zona de Las Mantecas y que resulta visible en el Campus de Guajara de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, donde ayer se estrenaba el espectáculo "Aqua Circus", que permanecerá "vivo y coleando" hasta el próximo 19 de noviembre.

El esfuerzo y el riesgo están latentes en cada escorzo, en cada gesto, en cada músculo tensionado, en cada sonrisa abierta... Desde agosto de 2015, el equipo viene preparando el mayor espectáculo que hasta ahora ha realizado.

Pero detrás de las acrobacias y los números hay todo un despliegue humano y profesional que hace posible que, día a día, la magia del circo se convierta en realidad.

Las espectaculares fuentes que intervienen como un elemento sustancial en el show, aguas danzantes, que al ritmo de un juego de luces generan cortinas de colores en el escenario, son ecológicas y trabajan en circuito cerrado.

En este espectáculo trabajan un centenar de personas, entre directivos, equipo de montaje, compañía de artistas, transportistas, etc.; la plantilla se asemeja a un universo en miniatura, no en vano se hablan hasta quince idiomas diferentes que representan a una veintena de nacionalidades.

Una escuela itinerante acompaña al circo a lo largo de su campaña por diferentes ciudades y en ella desarrollan su actividad educativa los hijos de los trabajadores.

La monumental escenografía que el público puede admirar ha sido elaborada de manera artesanal por los maestros falleros y a lo largo de cada show se suceden hasta 200 cambios de vestuario.

Por cierto, para este sábado, y el domingo, hay programadas tres funciones: a las 12:00, las 17:00 y las 19:30 horas. ¡Viva el circo!