El trato directo hacia el visitante que elige Tenerife como destino vacacional, y ya no solo para disfrutar de sol y playa como queda lejos ya en la memoria, es una de las constantes que se suma al empeño de las administraciones públicas, caso del Cabildo insular así como del departamento Turismo de Tenerife. ¿Qué más directo que ese turista que puede elegir entre una oferta gastronómica diversificada y con el producto local en primera línea?

Alberto Bernabé Teja, a la sazón máximo responsable del área de Turismo, confía precisamente en una de las grandes bazas de la Isla como es nuestro producto. "Nos podemos sentir especiales por la capacidad de ofrecer singularidades únicas del sector primario: quesos, mieles, vinos, papas...". "Eso hace que la percepción del que nos visita se vaya encauzando cada vez más hacia la curiosidad y el conocimiento de géneros que no encuentran ni por asomo en Manchester, en Frankfurt o en Moscú".

Bernabé considera que ahí radica una de las claves. El tándem gastronomía-turismo ya no es una abstracción y la complicidad es imprescindible entre los sectores implicados "para reforzar ese baluarte que constituye una materia prima que únicamente se puede conseguir aquí; en los bufettes de hoteles está claro que la propuesta estándar debe convivir con un corner con todos esos elementos tan especiales y diferenciales que indudablemente llaman la atención a los clientes foráneos de nuestros complejos hoteleros".

Si está claro que Tenerife sostiene por una lado la línea hacia la consolidación como destino en el que la gastronomía se posiciona como uno de los acicates, la puesta en marcha de sucesivas mesas de trabajo Agricultura-Turismo buscan por otro precisar la esencia de esos guiños a tener en cuenta por todos los actores que intervienen en la atención y servicio a las personas que van a pasar una semana de asueto en cualquier zona turística".

En este sentido, el consejero insular hace hincapié en que "Tenerife está protagonizando un momento excepcional de efervescencia gastronómica y culinaria, y no digamos ya turística, y todos tenemos la obligación de que afiancemos nuestro cometido de aglutinadores para que este fenómeno tan relevante para la economía de la Isla no quede en un simple suflé".

Alberto Bernabé apunta a la acción conjunta de administraciones y colectivos como los que hicieron posible, con el apoyo de Turismo de Tenerife y Saborea Tenerife, la celebración del I Congreso Culinaria 2016, que se desarrolló entre los días 21 y 23 de septiembre en el CDTCA de Adeje.

Junto a las asociaciones Ashotel y Acyre, además del Área de Agricultura del Cabildo, y el patrocinio de empresas privadas -caso de Incabe-Heinken-, el foro dejó un cómputo global realmente alentador para el colectivo profesional de la restauración tinerfeña y también de la cocina de los complejos hoteleros en particular.

"El congreso en el Sur ha sido muy oportuno -afirma Bernabé-, pues por sus características ha complementado a encuentros con otro corte y, entre todos los del calendario anual, consolidan esas metas que todos perseguimos todos, clave del éxito ascendente que estamos experimentando". "Al estar concebido como un foro para profesionales y con un guiño más que merecido a Adeje, Tenerife Culinaria siempre habrá impulsado la evolución de una hostelería cada vez más definida por la calidad y la excelencia".

El consejero insular considera que este primer test adejero, en el que se desplegaron unas cuarenta actividades entre talleres, clases magistrales y show-cooking, además del III Certamen Nacional de Gastronomía, "ha dejado referencias muy positivas y aclara no pocas claves a la patronal hotelera y a los cocineros para que ambas fuerzas continúen con esa buena mezcla".

El entrevistado considera que si bien en esta primera edición, el área que gestiona respaldó decididamente la iniciativa de Ashotel-Acyre, "en el futuro aspiramos a convertirnos en co-organizadores del congreso; se trataba de no solaparnos, ni de catalizar protagonismos y sí de propiciar un apoyo que en el futuro desembocará en una filosofía mutua". "Esto es importante -subraya- porque hay que coordinar todos los frentes con eficacia y que no se dé la paradoja de que la mano derecha no sepa lo que está haciendo la izquierda".

A la pregunta de si considera que hay mimbres de continuidad del foro Tenerife Culinaria en adelante, el consejero sostiene que "las piezas del turismo y de la gastronomía que debemos unir exigen una gran ejercicio de responsabilidad y de complicidad, como ya afirmé. Otra cosa es que los sectores crean más o menos idónea la periodicidad anual o bianual del foro según las exigencias del panorama en cada momento".

Asimismo, Alberto Bernabé piensa que el congreso podría pivotar en otras islas, pero en esto es más cauto, "pues el congreso nació aquí y aquí está su sede original".

"Bocado de cardenal"

En estas conversaciones es grato buscar el lado más desenfadado del entrevistado, porque ya que hablamos de gastronomía, qué menos que conocer sus predilecciones en esto de las cosas del comer y del beber. Alberto Bernabé confiesa que está "enganchado" a un plato que le parece sublime y que no es otro que una especialidad que encuentra en un establecimiento de Ifonche, en Adeje. "Se trata de conejo preparado con cebollita de la zona, acompañado de su cebollita de la zona y el ajo. Junto a las papitas y el mojo es algo formidable". Por cierto, un enclave -recalca el consejero insular- al que acuden bastantes turistas que se dedican a patear la Isla en excursiones, como igualmente al Barranco del Infierno.