"Sinceramente, Berto (José Alberto González Reverón) me hacía tantas llamadas...", declaró ayer Ángel Artillos, jefe del Servicio de la empresa Clusa, concesionaria de la limpieza en Arona en 2008, año en el que, según el Ministerio Fiscal, esta compañía contrató hasta a nueve personas por influencia del entonces alcalde aronero. "Muchas veces pedía trabajo para los vecinos" y fueron varios los mensajes "de recomendaciones con nombre y apellidos". Entre ellas, el hijo de un concejal de su grupo de gobierno.

Artillos confirmaba que se sentía "influenciado por Berto", aunque no coaccionado, y, a preguntas de la fiscal María Isabel Silva, aseguró que el exregidor "insistió en la renovación de dos contratadas", hasta el punto de que le advirtió con un "te suelto un decretazo" ante la posible negativa del jefe de Servicio de Clusa.

Asimismo, Ángel Artillos afirmó que en siete años solo recibió un listado del ayuntamiento con nombres de personas necesitadas de un empleo, mientras que el alcalde y varios testigos aludieron a ello como un procedimiento frecuente para ayudar a los vecinos.

Las numerosas grabaciones telefónicas escuchadas ayer en la sala constatan la existencia de algunas comunicaciones entre ambos y ratifican los términos de esa influencia. Además, sirvieron para contradecir en parte las declaraciones de los dos acusados en esta pieza separada del caso Arona, José Alberto González y Hortensia García, exalcalde y subinspectora de la Policía Local de Arona, respectivamente.

En el asunto de la oposición para proveer 10 plazas de policías, en una conversación entre ambos (4 de julio de 2008) se escucha a la también presidenta del tribunal asegurarle al entonces alcalde: "Tuvimos que tirar ayer de él para ponerle un punto". Aludía a Nicanor Díaz, aspirante a una plaza que logró la última al superar al número 11 por pocas décimas. Además, González Reverón pregunta por otros opositores, como la sobrina del expresidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, y dos amistades del actual alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, cuya llamada también fue escuchada.

Por la sala también pasaron ayer las trabajadoras relacionadas con la asignación de una plaza de la guardería de Buzanada a la hija de un amigo del hijo del acusado. Las mismas defendieron la pulcritud del proceso, admitiendo el interés de González Reverón por este asunto, pero las escuchas dejaron claro que este le señaló al padre de la menor: "Le dije que la niña esta tenía que entrar".

Hoy concluirá el juicio

Hoy concluirá el juicio de esta pieza separada del caso Arona, en el que la fiscal pide para González Reverón dos años de prisión y 15 de inhabilitación por prevaricación, tráfico de influencias y coacciones. También se juzga a la subinspectora Hortensia García, que se enfrenta a ocho años de inhabilitación. Las escuchas telefónicas oídas abordaron los seis asuntos que se juzgan, entre ellos la mediación del exalcalde en la selección de un empleado de la Cámara de Comercio en el Sur.