La actuación de Urbaser fue ayer espectacular a la hora de borrar la huella de nuevos actos vandálicos contra los contenedores de basura y residuos, que en esta ocasión, se produjeron en el populoso barrio de Salud Alto-El Rocío. Y desgraciadamente, la quema de los depósitos en lo que va de año, un total de 53, lleva camino de batir el negativo récord de 57 que se contabilizaron en el ejercicio 2013, frente a los 56 de 2015.

Estos actos vandálicos han supuesto para la empresa adjudicataria del servicio un total de 236.078,64 euros, según los datos registrados durante los últimos cuatro años.

La máxima responsable de Servicios Municipales, Mónica Martín, reprobó este tipo de actos vandálicos que "van contra lo público y los que pagan la ciudadanía. Son unos pocos que hacen mucho daño", criticó con tranquilidad pero con mucha firmeza.

En el caso de Salud Alto-El Rocío, amparados por la oscuridad, los gamberros prendieron fuego sobre las 03:30 horas de ayer a tres contenedores (de envases, papel-cartón y vidrio) situados en la intersección de las calles Salud Alto y Deán Bencomo Rodríguez, debajo de la parada del instituto Islas Canarias, lo que sembró la alarma entre los vecinos.

Los bomberos, primero, y los operarios de Urbaser, segundo, trabajaron para apagar y limpiar el desastroso resultado de los vándalos, una acción que fue muy bien valorada por los vecinos.

Sobre ello, uno de los miembros activos de los colectivos de Salud Alto-El Rocío, Ramón Rodríguez, lamentó que "después de que el ayuntamiento haya repuesto contenedores en la calle Hernández Amador, ahora nos quitan el de envases, cartón y el de vidrio... Lamentable", dijo para concluir.