El asunto se venía decantando desde hace tiempo y cristalizó el pasado viernes 28 de octubre, momento en el que María Beatriz Higuera Álvarez -en adelante Betty Higuera- interpuso denuncia ante la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife contra la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo) y varios bodegueros, por lo que entiende representa la "usurpación de derechos y uso ilegítimo del nombre comercial de su marca registrada, Canary Wine", que consta en el Registro de Patentes y marcas a su nombre desde el 18 de abril de 2007.

Y una vez ha sido aceptada a trámite (tal y como figura en el documento anexo), será ahora el fiscal especial para delitos contra la propiedad industrial quien proceda a investigar los hechos que se denuncian, llamando, si así lo estimara oportuno, a las personas implicadas y, en el caso de que advirtiera indicios de delito penal, proceder a presentar denuncia de oficio ante el Juzgado correspondiente.

Lo cierto es que, tal y como sostiene Betty Higuera, desde hace más de diez años viene realizando actividades y prestando todo tipo de servicios en el sector del vino (degustaciones, maridajes, promociones, coloquios), y siempre bajo el nombre de Canary Wine, así como regentando un negocio de comercialización de vinos que se encuentra estratégicamente ubicado en el Mercado Nuestra Señora de África de la capital tinerfeña, la popular Recova, orientado tanto a residentes como a turistas.

La marca Canary Wine, por tanto, se ha venido utilizando por parte de Betty Higuera, por lo que existe "notoriedad", aunque de un tiempo a esta parte, la propietaria de este registro entiende que "su nombre ha despertado la codicia de muchos", lo que ha provocado un "boicoteo desleal", dice, sin que nadie le hubiera advertido de lo que se estaba fraguando.

Desde el momento en el que Avibo comienza a usar la marca Canary Wine para el servicio de venta se genera, en su opinión, "una enorme confusión en el sector y mercado del vino".

Es por esta razón que Betty Higuera decide asesorarse legalmente. Junto a sus abogados se pone en contacto con este colectivo y, ante la falta de respuesta, se ve en la obligación de interponer reclamación ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), que en abril y junio de 2016 dictamina una resolución denegando la petición de marca solicitada por Avibo.

En enero de 2016 se les envía un requerimiento vía burofax advirtiendo de la infracción que cometían al usar la marca Canary Wine y proponiendo una solución amistosa. "La callada por respuesta. Han continuado, sin el más mínimo recato, haciendo promoción en botellas, cartelería, anuncios", subraya Betty Higuera.

A esta emprendedora no le parece casual que el 27 de enero de 2014, Laureano Roca de Armas haya solicitado el registro del nombre comercial tipo denominativo Canary Wines, admitido dentro de la clase 33, y también, el mismo día, el de Canary Wine Boutique.

¡Cuando el vino suena..!