"Las fuertes lluvias del pasado sábado han demostrado lo mal que culminaron, tal y como denunciamos, las obras realizadas para el desahogo de pluviales en la rotonda final de la avenida de Los Majuelos con la Gallega. Visto lo visto, una auténtica chapuza". Así se manifestaron ayer los portavoces de la AV La Unión de la Gallega, Antonio Mesa y Domingo Chávez.

"Hemos asistido -valoran estas fuentes- a otro penoso espectáculo de cómo se hacen mal las cosas, a pesar de haberlo advertido en el desagüe hacia La Cruz del Llano en el barrio de El Humilladero y ya camino de El Chorrillo. Lejos de reconocerse y ponerle remedio, siguen defendiendo la chapuza y descalifican a quienes denunciamos lo que iba a ocurrir, tachándonos de mentirosos y radicales desde la oficina del distrito y la concejala de Zona, Gladis de León".

Recalcan que "hace unos meses, ante nuestra insistencia porque la rotonda afectada se anega casi cada vez que llueve, hicieron las obras para intentar desahogar y dar salida al agua que allí se acumula y provoca graves trastornos a la circulación y a los transeúntes. Pero, ante nuestra sorpresa, vemos que los trabajos comienzan sin previo aviso y se desarrollan en la parte alta tras rebasar la vaguada que se forma justo al acceder o salir de la rotonda. A simple vista, es evidente que hacen el aliviadero donde no sirve para nada".

Recuerdan, además, que "tras denunciarlo no solo no hicieron caso sino que nos tacharon de mentirosos, dando por buena la obra pues así lo decidían los técnicos. El caso es que ha sido un fiasco y tenemos las imágenes como prueba. La rotonda se sigue inundando, hay retenciones y accidentes sobre obstáculos y señales sin desahogar apenas nada. Y eso que no ha habido precipitaciones torrenciales continuadas como en otras ocasiones".

Desde La Unión de La Gallega "quisiéramos que se asumieran responsabilidades ante semejante despilfarro de dinero público para otra obra inservible e indefendible aunque lo dudamos".

Los portavoces del colectivo del Suroeste insisten en que "teníamos razón y lo advertimos antes de acometer una obra con un resultado tan negativo y tan mal hecha. Aún no había llovido con esta fuerza desde que acabaron. La ignorancia es mala consejera y atender a los vecinos no es tan descabellado cuando la voluntad de hacer bien las cosas y el interés general se impone a las represalias o vendetas por motivos políticos e ideológicos".