El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió ayer un expediente disciplinario contra el magistrado Salvador Alba por la posible comisión de dos faltas disciplinarias muy graves y otra grave en la investigación que realizó sobre la juez Victoria Rosell.

El CGPJ considera que Alba pudo cometer faltas muy graves de inobservancia del deber de abstención y revelación de hechos o datos conocidos en el ejercicio de su función, así como una falta grave de exceso o abuso de autoridad.

Alba sustituyó a Rosell en su juzgado cuando esta lo dejó para incorporarse a las listas de Podemos y, desde esa posición, un informe suyo fue fundamental para que el Tribunal Supremo admitiera contra ella una querella del entonces ministro José Manuel Soria que la llevó a la dimisión.

Sin embargo, podría haber existido falta de imparcialidad en Alba en esa actuación. Una prueba de su parcialidad podrían constituirla tanto determinadas revelaciones de secretos relacionadas con este asunto como investigaciones desarrolladas por el juez de la Audiencia de Las Palmas que fueron más allá de sus límites.

En todo caso, la apertura de expediente no supone necesariamente que se vaya a sancionar a Alba, y solo significa que el juez encargado de la acción disciplinaria en el CGPJ progresará en la investigación hasta decidir si hace una propuesta de castigo disciplinario contra él al propio Consejo.

Por otro lado, Alba comunicó ayer al Juzgado número 2 de Las Palmas de Gran Canaria que se retira de la denuncia que había presentado contra el empresario Miguel Ángel Ramírez después de conocerse que este le había grabado en una conversación.