La Ley del Suelo de Canarias ya está en manos del Parlamento. La Cámara regional admitió ayer a trámite el proyecto y rechazó las enmiendas a la totalidad planteadas por Nueva Canarias y Podemos con el voto contrario del resto de los grupos. Durante el debate de toma en consideración de la iniciativa, las formaciones políticas reprodujeron sus posiciones respecto a una ley que todos consideran trascendental -para bien o para mal- y que, si no cambian mucho las cosas durante su tramitación, saldrá adelante con el apoyo seguro de CC, PSOE y Agrupación Socialista Gomera y la duda del PP, al que las modificaciones introducidas por los socios de gobierno con el objetivo de salvar su pacto le parecen "una bomba de relojería en la línea de flotación" del proyecto.

La encargada de defender el texto fue la consejera de Política Territorial, Nieves Lady Barreto. "Esta es la ley que Canarias necesita ahora, una ley que permite afrontar el futuro con ilusión y optimismo, preservando el desarrollo sostenible y la cultura del territorio", afirmó Barreto para recalcar que el proyecto trata de "simplificar y racionalizar" el caos normativo en materia territorial y medioambiental sin facilitar la nueva clasificación de suelo. La consejera auguró que los plazos para aprobar el planeamiento se reducirán a la mitad una vez entre en vigor la norma.

Solo el PP parece insinuar un cambio de postura respecto a la que había sostenido hasta el momento. Del apoyo sin fisuras, los conservadores lanzaron un mensaje al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo -llegado de la World Travel Market de Londres para asistir al debate-, al advertirle de que le considerarán responsable de las modificaciones pactadas por los grupos parlamentarios de CC y PSOE, consistentes en conservar un órgano dependiente de la Comunidad Autónoma que emita las evaluaciones ambientales, mantener algunas de las Directrices de Ordenación y "endurecer" los usos complementarios en suelo agrario. El parlamentario popular Miguel Jorge acusó a Clavijo de incumplir su compromiso de preservar el "núcleo duro" de la iniciativa. "La ley puede tener el apoyo de 33 diputados o de 48. Esa es su decisión", planteó al jefe del Ejecutivo.

La portavoz de Podemos, Noemí Santana, incidió en las carencias que, para su partido, presenta la ley: falta de participación ciudadana "real y efectiva", instrumentos en manos de los alcaldes para construir en suelo rústico de forma "discrecional", "cesión de competencias" de la Comunidad Autónoma -con lo que el Gobierno demuestra su "incompetencia"- o subordinación a los intereses "de unos pocos". Santana describió la ley como "un golpe a la democracia".

Tanto Podemos como Nueva Canarias sacaron a relucir la figura de Paulino Rivero, expresidente del Gobierno y de CC, que se ha manifestado contrario al proyecto, e incidieron en las discrepancias del PSOE. "Es una ley que defiende ATI, el núcleo duro de CC, y a la que se oponen Paulino Rivero, su compañero de partido, o socialistas muy destacados", dijo Román Rodríguez, portavoz de NC, a Fernando Clavijo.

Según Nueva Canarias, el proyecto ha sido "elaborado en los despachos", tiene como "colaboradores ideológicos" a algunos dirigentes empresariales, va "en sentido contrario a la sostenibilidad" y sus "entusiastas" son quienes también apoyaron las prospecciones petrolíferas en aguas del Archipiélago. A juicio de Rodríguez, la Ley del Suelo, la de las "islas verdes" y la revisión de la de Renovación y Modernización Turística forman una "triada" que "apuesta por lo de siempre: la construcción y el desarrollismo".

José Miguel Ruano, de CC, respondió a las críticas de Rodríguez, a quien reprochó que, por un lado, ofrezca una "visión apocalíptica" del proyecto y, por otro, emplace a negociar enmiendas. Frente a las acusaciones de falta de participación, aludió a la extensión del expediente que acompaña el texto y aseguró que este ha dispuesto del plazo de enmiendas más largo de una iniciativa legislativa en Canarias. Ruano recordó que algunos de los instrumentos que contempla la ley ya existen en otras regiones, abogó por los usos complementarios en suelo rústico para que se pueda "vivir en el campo y vivir del campo" y se refirió a las enmiendas como "demagogia".

La diputada socialista Nayra Alemán, ayer portavoz de su grupo, destacó la utilidad de los proyectos de interés insular y autonómico para desbloquear actuaciones estratégicas no previstas en el planeamiento -citó la posible instalación del gran telescopio de 30 metros en La Palma- y defendió la necesidad de definir mejor las garantías de los usos complementarios en suelo rústico para evitar la sustitución de las actividades del sector primario.

Casimiro Curbelo, de ASG se alineó con los grupos que apoyan al Gobierno. "Canarias no puede prescindir de este proyecto y seguir ralentizando la economía", opinó. Para el también presidente del Cabildo de La Gomera -muy molesto con las referencias a la falta de responsabilidad de corporaciones locales e insulares-, la ley es "la más debatida" que ha conocido y la herramienta adecuada para solventar el "colapso" del planeamiento.

"Si quiere ser socialista, afíliese"

La portavoz de Podemos, Noemí Santana, dedicó varios minutos de su intervención a recriminar al PSOE su respaldo a la ley. "Sus votos están manchados de cemento", dijo. La diputada Nayra Alemán, ayer portavoz de su grupo, tiró de ironía para contestarle: "Si quiere ser socialista, afíliese al partido de Pablo Iglesias, pero el del pelo corto", le espetó.

Alemán reclamó respeto para todas las posturas y aseguró que el PSOE "defiende Canarias con uñas y dientes, pero también con argumentos", lo que, añadió, lo diferencia de Podemos.

La parlamentaria socialista reivindicó los cambios introducidos en el proyecto de ley a propuesta de su grupo y sostuvo que la norma nace para responder a una realidad. "Con la actual normativa solo 29 municipios tienen su planeamiento aprobado. Reconozcamos que tenemos un problema y que debemos afrontarlo", señaló.