Las personalidades psicopáticas no son una excepción: podemos tener un jefe o una pareja piscópata, o, incluso, ser nosotros mismos uno de ellos. No es algo descabellado. Iñaki Piñuel, psicólogo especializado en acoso escolar y de pareja que acaba de presentar "Amor Zero", dará hoy y mañana dos cursos para víctimas de relaciones amorosas de este tipo en las sedes de la Escuela de Servicios Sociales y Sanitarios de Canarias de Gran Canaria y Tenerife. Los psicópatas no son solo los asesinos de las películas, hay formas de depredar más sutiles y sin sangre de por medio.

¿Qué lo llevó a escribir un libro así?

Soy experto en todas las formas de acoso. Empecé por el acoso laboral y más tarde me encontré con los casos de acoso dentro de la pareja. Es lo que yo llamo amor zero, estar emparejado con un psicópata integral. Me encontré lo mismo que me había encontrado antes con el mobbing o el bullying, que no había manuales dirigidos a víctimas que pudieran ayudarles a superar lo que estaban pasando. Sobre este tema no hay monografías que expliquen en un lenguaje coloquial qué es estar emparejado con un psicópata integrado.

¿Cómo se reconoce a un psicópata integrado?

Los psicópatas integrados son personas absolutamente normales, excepcionalmente encantadoras y seductoras por la labia que tienen, por la campaña electoral en favor de sí mismos que hacen constantemente, y no es fácil que una víctima de amor zero se reconozca como tal. Son las conductas de los psicópatas las que los delatan, no las declaraciones. Y estas conductas tienen que ver con la ausencia de emociones, con sus problemas para empatizar, su carencia de comprensión, su implacabilidad, astucia y oportunismo para vivir parasitariamente de otros... El chantaje emocional y la culpabilizacion que practican hacen que las víctimas, al mismo tiempo, puedan estar destruidas y sentir cada vez más adicción a sus psicópatas. Por eso es tan difícil salir de una relación de este tipo.

¿En los cursos que va a dar en Canarias va a explicar las pautas que debe dar una persona para salir de una relación así o para recuperarse una vez que la relación se ha acabado?

En estos talleres, que están dirigidos a víctimas, les explicamos en qué consiste la relación de pareja con estos seres inquietantes y sobre todo trabajamos grupalmente los daños psicológicos que presentan. Hay muchas personas que tienen una enorme confusión y se sienten culpables de lo que ha pasado.

¿Hay tratamiento para estos psicópatas o solo para las víctimas?

No, los psicópatas no solamente no tienen tratamiento -es una condición permanente-, sino que para ellos las terapias funcionan al revés: la utilizan para aprender nuevas metodologías para aislar emocionalmente a sus víctimas. El psicópata que aparece por un gabinete psicológico suele embelesar al terapeuta. La recomendación es que no se practique terapia con ellos, porque aprenden.

¿Hay relación entre este tipo de personas y las que practican violencia de género?

Rara vez un psicópata integrado necesita maltratar a su pareja. No es que no lo pueda hacer, porque no tiene emoción ni sentimiento de culpa o conciencia moral, pero es que no lo necesita. Y la violencia física deja muchos rastros, muchas secuelas, y los psicópatas integrados no las necesitan. El objetivo del psicópata en la relación de pareja es vivir, emocionalmente, energéticamente, económicamente y sexualmente de su víctima. Por eso lo que hacen es usar a las personas, manipularlas, mucho más que maltratarlas físicamente. Por eso este problema resulta tan difícil de visualizar.

Este tipo de relaciones no solo se dan en el ámbito doméstico, sino en otros contextos. Si nuestro jefe o compañero de trabajo es un psicópata integrado, ¿qué hacemos?

Los psicópatas organizacionales son expertos en comprar o eliminar a aquellos compañeros de trabajo que les resulten amenazantes. Yo le he dedicado un libro a este tema que se llama "Mi jefe es un psicópata" . Ahí describo cómo los psicópatas organizacionales crean camarillas de poder, grupos, facciones, que dentro de la organización se perpetúan, y aquellos que no se someten a ello son comprados o eliminados. Y esa eliminación a veces significa la eliminación física mediante una tecnología como es el mobbing o el acoso en el trabajo. Trabajadores válidos, brillantes, que por una razón se han cruzado en el camino del psicópata y al verlos amenazantes los eliminan mediante la tecnología del acoso.

¿Un psicópata nace o se hace?

Muchos vienen de fábrica, pero algunas de las personalidades psicopáticas se van fraguando con el tiempo, muy especialmente cuando la persona, el adolescente, no internaliza la norma moral a la salida de la adolescencia. La otra modulación del psicópata es el poder. Cuando una persona ostenta un poder absoluto, que le da capacidad de eclipsar a los demás, tiene el riesgo de que ese poder, usado y abusado, vaya a transformarlo poco a poco. Eso puede producir cambios permanentes en su forma de ser que le llevan a esa transformación, el paso al lado oscuro, y a ese liderazgo zero, o tóxico, es el que ejercen esos psicópatas integrados.

Entonces, ¿hay vínculo entre el abusón de colegio y estas personas?

Bueno, el adolescente acosador debería haber interiorizado los límites y la norma moral al salir de la adolescencia. El fracaso en la interiorización de la norma moral convierte a un ser humano en un psicópata funcionalmente, y esto se manifiesta en edad adulta en formas de acoso en la pareja, en el ámbito laboral... Son depredadores intraespecie que no se detienen ante nada. Implacables, ambiciosos, amantes de la capacidad que tienen de someter a los demás a sus caprichos. Por eso es muy importante la erradicación de actitudes psicopáticas antes de que cristalice o fosilice esa condición a la salida de la adolescencia.

¿A cuántas personas de este tipo nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida?

Sabemos que en torno a sesenta psicópatas puros, de los que muchos son seres absolutamente integrados en nuestra sociedad, que jamás delinquirán. No son criminales sangrientos, pero eso no quiere decir que no vayan a aprovechar las vulnerabilidades que la sociedad les ofrece de consumir, depredar... Los psicópatas son los únicos depredadores intraespecie y conocidos. Y por eso son muy eficaces en vivir parasitariamente de los demás, en simular lo que no son, en inventar capacidades o estudios que no tienen... Eso los lleva muy lejos y la probabilidad de que los detectemos a tiempo es prácticamente nula.

Si no hay terapia, ¿lo único que se puede hacer con estas personas es alejarse de ellas?

En el amor zero yo suelo decir que la única estrategia válida con un psicópata es no jugar a nada con él o con ella. El psicópata usa tal grado de manipulación de los demás que es muy difícil salir airoso, por eso la recomendación es practicar el contacto cero. Es lo que recomendamos para salir adelante en una relación de pareja, además de la terapia.

¿Todos podemos ser víctimas de un psicópata integrado?

Cualquiera puede ser víctima del psicópata salvo otro psicópata, porque los psicópatas no depredan a otros porque no hay nada que depredar en ellos. La víctima suele ser cualquier ser humano, pero los psicópatas integrados tienen preferencia por las personas especialmente ingenuas, bondadosas, bonachonas, esas personalidades que creen que todo el mundo es bueno, que están predispuestas siempre a perdonar al otro... Este tipo de personalidad -muy típica, por cierto, entre los canarios- es aprovechada por el depredador.